Cuando uno piensa en hacer algo se activan las áreas motoras y sensoriales de la corteza cerebral, o sea, el cerebro realiza esa acción. Gracias a este descubrimiento, se pueden usar las señales mandadas desde el cerebro para mover, por ejemplo, un pantalón mecánico, explicó Pablo Rudomín Zevnovaty, ganador del Premio Príncipe de Asturias 1987 en investigación científica y técnica. “La actividad cortical producida al ‘pensar’ un movimiento puede ser utilizada para activar prótesis y robots”.

Puso el ejemplo de un parapléjico que sólo puede mover los párpados, pero que aún así puede controlar la computadora y enviar mensajes vía Internet.

También narró cómo cuando uno ve a alguien, con quien se identifica, hacer una acción, el cerebro vive esa sensación.

En el contexto del segundo coloquio La ciencia en México en el siglo XXI: medicina y nanotecnología, llevado a cabo este martes en la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, Rudomín dijo: La decisión consciente de ejecutar un movimiento voluntario está precedida de actividad cortical. O sea, antes de que uno decida hacer algo ya hay actividad en la corteza cerebral. ¿Cómo es posible que esté pasando algo antes de decidir?, preguntó.

Rudomín, considerado uno de los más destacados neurofisiólogos del mundo, describió el experimento (realizado por Libet), que llevó a que se creyera que hay actividad cortical antes de tomar una decisión: miraron un reloj y vieron a qué hora estaban decidiendo hacer un movimiento, la actividad cortical había comenzado un poco antes.

Rudomín, miembro del Colegio Nacional e investigador emérito del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, también relató que ahora se sabe que la información que proviene de los receptores periféricos puede ser modificada por mecanismos centrales. O sea, el sistema nervioso actúa como un buen policía de tráfico. Más adelante, explicó a La Jornada: Te dirige el flujo de coches por acá, por allá, dice alto para que pasen aquellos... Puso el ejemplo de una pelea: en el momento no se sienten los trancazos, hasta después comienzan a doler.

También abordó el tema de las neuronas espejo: Recientemente se han encontrado poblaciones de neuronas cerebrales que responden tanto cuando el mono realiza la acción determinada como cuando ve que otro lo hace.

Y más adelante dijo: El sistema de neuronas espejo permite al individuo detectar ciertos estados mentales de otros individuos. Los autistas presentan una disfunción de las neuronas espejo y alertó que el número de casos de autismo está aumentando.

También explicó que hay distintos tipos de inteligencia. Es absurdo tratar de homogeneizar. Por tanto, alertó sobre el sistema educativo que parte de que todos somos iguales.

Rudomín dijo que el estímulo es vital. Puso el ejemplo de un grupo al que le repetían que iba muy bien, en contraste con otro al que le decían que no. Se reflejaba en los resultados: al grupo que le decían que iba bien, efectivamente tenía mejores resultados.

Por otro lado, explicó que lo que somos depende en buen grado de a quién imitamos cotidianamente, y anotó que uno aprende a moverse de observar los movimientos realizados por otros individuos. Por eso, dijo, es importantísimo que los niños pequeños tengan la mayor libertad de movimiento posible.