El trabajo creativo de Daniel Sada no se detiene: publicará en breve un libro de cuentos, prepara una nueva novela, un libro de ensayos y una obra de teatro. Tengo trabajo para los próximos 15 años, proclamó durante la presentación de Casi nunca, novela con la que obtuvo el Premio Herralde de Novela del año pasado.

Pareciera que el número 15 es clave en su trabajo: son 15 las novelas que ha publicado, tiene trabajo para 15 años, y lo que escribo actualmente lo pensé hace 15.

Casi nunca se llevó un poco más de tiempo: la pensó desde los años 80 y tuvo diferentes tratamientos antes de que llegara el humor para narrar esta historia ambientada en 1946. Puedo tener la mejor historia del mundo, pero si no encuentro el punto de vista no vale nada.

Fue el humor, dijo, el que me ayudó a desembarazarme de prejuicios. El humor debe tener un desarrollo. El humor y el sexo son padrísimos. Y qué mejor que ese tratamiento para contar un triángulo amoroso, o como dijo el escritor Jaime Mesa, la lucha de un héroe tragicómico.

Los personajes de esta novela no son patéticos, Sada recorre con ellos un México de sonrisa impura; es una novela de amor, sexo, mentiras, pero sobre todo de la doble moral que flota en este país, añadió Mesa, quien junto con la escritora Carmen Boullosa acompañó a Daniel Sada en la presentación del libro, que se realizó el jueves por la noche en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica.

Boullosa recordó el camino que ha recorrido Daniel Sada, quien comenzó con poesía, aunque de esa primera etapa haya publicado nada, y propició una interesante discusión al decir que Sada es un escritor barroco, que es la forma en la que ha sido clasificado por algunos críticos y de la que Sada marcó distancia desde ya: “Según yo la acepción de barroco es algo mal hecho, que es excesivo, como descontrolado. Puede ser ornamental y muy bello, pero sí es algo como: ‘yo sé mucho’. Yo no me identifico con eso, porque el escritor no debe demostrar nada. No entiendo por qué tienes que demostrar escrituralmente que eres muy erudito. Siempre me ha preocupado que no se note nada, que haya erudición, pero que no se note”, atajó el escritor nacido en Mexicali en 1953 y ganador del Premio Xavier Villaurrutia en 1992.

Dijo Carmen Boullosa: también estoy en desacuerdo con lo de barroco.