La recesión de las tres locomotoras de la economía mundial –Estados Unidos, la Unión Europea y Japón– ratifica que estamos frente a una crisis de mayor profundidad, duración y capacidad destructiva a las registradas tras la gran depresión, indica el documento Pulso Económico, dependiente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

Señala que en México los primeros signos ya se resienten en todo el sector productivo, pues en los últimos meses de 2008 la actividad fabril se contrajo severamente y en el primer mes de 2009 se acentúa la debilidad en la economía.

Durante el cuarto trimestre del año pasado se aceleró el retroceso de la economía mexicana, el producto interno bruto (PIB) nacional se contrajo 1.6 por ciento e inició el registro de números negativos: el sector industrial cayó 4.2 por ciento, confirmando su perfil recesivo, mientras la manufactura se derrumbó 4.9 por ciento y registró su segundo retroceso consecutivo al colocarse como el componente más afectado, apunta el documento.

La economía mexicana pasó del crecimiento moderado a un ritmo cada vez menor durante los tres primeros trimestres de 2008, al inicio de la fase de contracción en las estadísticas de producción, ventas e inversión, que se extenderá hasta finales de 2009, dependiendo de la demanda externa y la eficacia de las medidas anticíclicas impulsadas en nuestro país, advierte el análisis del sector industrial. Añade que la industria y el sector manufacturero se mantienen como los componentes más afectados por el deterioro en el ambiente de los negocios y serán los que registren las mayores caídas durante este año.

Al elaborar una radiografía de la industria mexicana, el documento señala que el PIB nacional al cierre del año pasado fue de 1.3 por ciento, con tendencia hacia la desaceleración, mientras el PIB industrial fue de menos 0.7 por ciento y el manufacturero se contrajo 0.4 por ciento, ambos con tendencia recesiva.

Nuestra economía alcanzó en 2008 el menor crecimiento de los últimos cinco años, profundizando la tendencia a la baja iniciada desde 2007. La industria en conjunto volvió a la zona negativa tras cuatro años de crecimiento (2004-2007) y su principal componente, las manufacturas, reportó un retroceso en su desempeño anual, precisó.

Las industrias textil, del vestido y de la confección presentan un perfil crítico en materia de producción, empleo, exportaciones y ventas al mercado interno, como resultado de la conjunción de diversos factores: competencia desleal, contrabando, subfacturación, piratería e informalidad, entre otros; los fabricantes de insumos textiles, prendas de vestir y productos confeccionados, cerraron el año con números negativos.