Un niño de seis y una niña de cuatro años fueron rescatados durante la madrugada del miércoles por elementos de la policía judicial. Las víctimas se encontraban maniatadas, semidesnudas y por lo menos una de ellas incomunicada en el interior de una cisterna. Las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) señalan que las vejaciones era la forma en que sus familiares los educaban, método que incluía quemaduras con una plancha de vapor.

Alfonso y Azucena, quienes fueron abandonados por su madre tras el nacimiento de la segunda, se encuentran en el Hospital Pediátrico de Tacubaya. Los reportes refieren que padecen un cuadro de desnutrición e hipotermia. Están en shock y además presentan lesiones en diversas partes del cuerpo.

La representación social detuvo, en un primer momento, a los tíos paternos de los menores, Antonio Pérez y Lorenza Sánchez Maximino. Horas después, Guadalupe Hernández Sánchez y Edith Sánchez Maximino, también familiares de los menores, se presentaron en la Fiscalía del Menor de la procuraduría capitalina y las autoridades decidieron retenerlos para tomarles su declaración.

En las próximas horas se definirá su situación jurídica, aunque los ilícitos que investiga la representación social son delitos graves que no alcanzan la libertad bajo fianza. Por el momento se iniciaron las indagatorias por lesiones severas y violencia familiar.

Creemos que esta situación (de maltrato y tortura) era sistemática. Las primeras declaraciones (de los detenidos) señalan que se consideraba una forma de castigo contra los dos menores, pero obviamente, esto rebasa cualquier tipo de sanción que pudiera considerarse como un mero castigo, indicó el procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, al término de la presentación del Sistema de Infracciones Digitales, que se realizó ayer en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.

La casera de la familia Sánchez fue quien dio aviso a las autoridades. Los agentes judiciales arribaron al domicilio ubicado en la calle Buenaventura de la colonia Tlalmille, de la delegación Tlalpan.

Encontraron a los niños amarrados de manos y pies. Alfonso se encontraba amordazado y a Azucena se le detectaron quemaduras en glúteos, piernas y rostro.

Según las primeras declaraciones ministeriales, se supo que el padre de los niños falleció por problemas relacionados con el alcoholismo.

La madre es buscada por las autoridades y se le podría culpar por abandono de menores.

El ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza, indicó: este caso tiene que ser un poderoso llamado de atención a padres y familiares. Bajo ninguna circunstancia se puede educar a golpes. No se puede argumentar desobediencia, indisciplina o falta de atención. Se tiene que entender que tampoco se debe lesionar sicológicamente. Hay una niña con quemaduras en casi la mitad del cuerpo; hay un niño de seis años metido en una cisterna con rastros de tortura. Eso se llama tratos crueles, inhumanos y degradantes.

Álvarez Icaza calificó el hallazgo de indignante: lo que debemos aprender de esto es que la comunidad actúe en vigilancia de lo que se llama el interés superior del niño y de la niña. Aquellos vecinos, aquellas vecinas o familiares que sepan casos de violencia, necesariamente tienen que denunciarlo a la procuraduría para su protección.

Por último, el procurador refirió que los delitos que se investigan alcanzan una pena de más de 15 años de prisión.

–¿Serán consignados este jueves?

–No, vamos a integrar la averiguación previa. Vamos a tomar el plazo que nos concede la Constitución y por supuesto que vamos a ejercitar acción penal.

Busca la PGJDF evitar otros Casitas del Sur

A partir de lo sucedido en el albergue Casitas del Sur, donde siete menores están extraviados y aún se desconoce su paradero, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) tomó varias medidas preventivas y administrativas para evitar que en otras instituciones donde son canalizados los menores víctimas de delito se dé una situación similar, informó el titular de la dependencia, Miguel Mancera Espinosa.

Sobre las acciones, sólo mencionó: tenemos varias que tienen que ver con medidas administrativas, tramos de control y medidas de supervisión. En tanto sobre los niños y niñas recuperados de Casitas del Sur, informó que están en resguardo del DIF-nacional, aunque estén bajo investigación o proceso, todos están bajo la custodia del DIF. Horas antes, el procurador indicó que durante los días recientes se han interrogado a más de 10 personas, quienes han aportado datos a la investigación.