Historia de una semilla de la que nació una cultura: el maíz. Ese es, en palabras simples, el tema de la exposición más reciente que aloja la galería Fayad Jamis de la embajada de Cuba en México, de Gloria Marcela González Castañeda (DF, 1972).

Descrita por la autora como una instalación sobre muros, la muestra está integrada por 32 cuadros concebidos y dispuestos a la manera de un códice prehispánico, en lo que viene a ser una metáfora del proceso histórico del maíz, desde el papel que desempeñó como elemento esencial en el surgimiento las culturas prehispánicas hasta la problemática presente, cuya expresión mayor son el abandono, la desertificación y la violencia que acechan al campo mexicano.

La inauguración de Cosecha: germoplasma fue presidida por el embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera, quien elogió el trabajo de la artista, al tiempo que recordó el significado que tiene el maíz para el pueblo mexicano; es originario de aquí y está vinculado a la vida de este pueblo; los cubanos lo heredamos de México, lo consumimos y lo apreciamos mucho, también forma parte de nuestra cultura.

Perteneciente a la serie Cosechas –explicó la artista egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México–, Germoplasma empezó a gestarse en los años 90, teniendo como una especie de guión la parte del Popol Vuh –libro sagrado de los mayas– que se refiere a la creación del hombre, para lo cual, según el mito maya, los dioses emplearon el maíz como materia prima.

Al final de la creación, los dioses crean al hombre con carne de maíz, que es un concepto con el que quise jugar; de manera metafórica, traslado esa narración a un contexto actual, en el que abordo la problemática del campo mexicano: abandono, desertificación, emigración, violencia derivada del narcotráfico.

Democratización del arte

Uno de los aspectos más notables de las piezas que integran la muestra de González Castañeda es que la artista emplea como lienzo papel hecho a mano por ella misma: Pertenezco a un minúsculo grupo de artistas que comenzó a hacer una producción plástica sobre papel hecho a mano, técnica que apenas empieza a aflorar en el país y que ofrece amplias posibilidades para la experimentación, tanto en la pintura como en la escultura, el grabado e incluso la fotografía.

Un apunte en la invitación señala: “La creación plástica sobre papel hecho a mano plantea la experimentación con un lenguaje que transgrede la cultura de la tela o lienzo y su reafirmación como pieza única. Según Jorge Glusberg, esta técnica representa la democratización del arte a través del papel como material y a su vez como signo de intercambio.

El papel ha sido el encargado de transmitir la información social de la cultura contemporánea. En el arte, se convierte más que en simple medio, en materia prima propicia para la expresión gráfica, pictórica, matérica y táctil, además de la construcción en formatos múltiples.

(La exposición se puede visitar en el recinto de avenida Presidente Mazarik 554, Chapultepec Polanco.)