El interés del Festival de México en el Centro Histórico por traer manifestaciones culturales de primer orden se ha fortalecido con los años.

Ahora el programa incluye varias expresiones de las que antes carecía, porque se enfocaba sólo a la música, el teatro y la danza, explica en entrevista José Wolffer, director del encuentro artístico.

“Desde sus inicios, el festival ha sido un promotor de los artistas e intérpretes locales. En una época se encauzó mucho en la ópera de Mario Lavista, lo mismo sucedió con La hija de Rapaccini, del compositor Daniel Catán, y de pronto se dirigió a espectáculos de danza para impulsar proyectos y no sólo dedicarse a comprar espectáculos, como sucede en otros festivales.”

Una forma de apoyar el talento mexicano han sido las comisiones artísticas para presentar nuevas propuestas, subraya.

Wolffer manifiesta que cada año se busca el equilibrio entre los invitados. “Este 2009 presentaremos a un compositor como Gavin Bryars, con más de 30 años de trayectoria y reconocido a escala internacional, pero también traemos al ensamble italiano Mala Punica, de música medieval, que es poco conocido, sin embargo su nivel es estupendo.

“Sucede algo similar con el búlgaro Dimiter Gotscheff, director de la compañía Volksbüehne, de Berlín, que presentará la obra Ivanov, un clásico del escritor ruso Anton Chejov, mientras en el otro extremo tenemos la producción del grupo Alborde Teatro, integrado por jóvenes de Chihuahua.

Tenemos desde uno de los mejores y controvertidos directores escénicos europeos hasta un grupo de jóvenes mexicanos que realizan una propuesta interesante sobre la Mara Salvatrucha en Estados Unidos.

Diversidad de espectáculos

Para José Wolffer, el festival logró que el Centro Histórico se consolide como un punto más de reunión para los amantes de las bellas artes.

Agrega que también fue pionero en utilizar el Zócalo capitalino como escenario para funciones masivas, como sucedió con el concierto de Manu Chao. A partir de ese momento se comenzó a generar un interés en la plancha del Zócalo como plataforma para las artes.

Asimismo, recordó a los personajes que han participado en versiones anteriores del festival, como Goran Bregovic, Yo-Yo Ma, Peter Brook, Ute Lemper, Wynton Marsalis y Bobby Mc Ferrin, entre otros.

José Wolffer señaló que al corazón básico del festival, que es música, teatro y danza, se han incorporado otras manifestaciones, como el foro de animación contemporánea y el ciclo de cine que en esta versión está dedicado a la producción independiente de Estados Unidos.

Sigue vigente el compromiso de traer la cultura más contemporánea y controvertida que muestre lo que está sucediendo en otros lugares del mundo. Para atraer a distintos públicos buscamos la diversidad de espectáculos.

Indica que este año hubo un cambio en el formato de actividades para el público infantil, porque ahora se presentan durante los tres fines de semana del festival en las calles de Regina, Guatemala y Dr. Mora.

Múltiples esfuerzos

Wolffer adelanta que Xcéntrico se realizará con un nuevo concepto, en el que se presentarán exponentes de la música clásica y popular de diferentes demarcaciones de la ciudad.

Con la programación, insiste, se busca un equilibrio de distintos géneros para cumplir con los objetivos de ser una plataforma con lo más interesante que se realiza en el mundo, incentivar la creación local y presentar las nuevas propuestas artísticas tanto locales como internacionales.

El Festival de México en el Centro Histórico surgió en 1985 con el propósito de lograr, mediante actividades culturales, la rehabilitación integral de esa zona de la ciudad al unir el esfuerzo de los gobiernos local y federal, así como de las empresas.