El secretario del Trabajo, Javier Lozano, aseguró que no obstante la crisis económica, existen condiciones adecuadas para que el Congreso de la Unión inicie la discusión de la reforma laboral, y vaticinó que es factible su aprobación antes de abril.

En entrevista, aseveró: no me resigno a renunciar a que se pueda modificar y adaptar la Ley Federal del Trabajo (LFT), y sostuvo que la difícil situación económica no debe ser impedimento para hacer el cambio.

La razón de que el índice de jóvenes desempleados sea casi 100 por ciento mayor que el de los adultos es la rigidez de la ley, que cierra las puertas a la economía formal, aseguró.

Sostuvo que a pesar de ser un año político, de aquí a abril hay tiempo de que los legisladores discutan y hagan la reforma.

Insistió: quizá no sería la legislación perfecta, pero sí iría en el sentido correcto, que apunte hacia la mayor productividad de los trabajadores, más competitividad, que facilite el acceso al mercado laboral y fortalezca la previsión social.

Reconoció que la reforma por sí misma puede ser insuficiente para resolver la crisis, y dijo no esperar oposición sindical.

No obstante, señaló que, por ejemplo, Agustín Rodríguez, líder del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, ya descalificó la propuesta de reforma sin conocerla, y así vamos a ver muchos.

Se trata de sacar una modificación por mayoría, abundó. Aquí lo perfecto es enemigo de la bueno. Si esperamos el consenso y la perfección, podemos esperar otras 11 años, otras 264 iniciativas y dos crisis más para ver si ahora sí se tiene reforma laboral.

Iniciativa pro patronal

Por su parte, el Frente Sindical Mexicano apuntó que la reforma que propone el gobierno tiene toda la intención de abaratar más el costo laboral para las empresas y hacer más difícil la defensa de los derechos sindicales, por lo que es pro patronal.

También indicó que sólo es un pretexto decir que con esa reforma laboral se tendrán mayores herramientas para enfrentar la debacle económica.

La clase trabajadora del país ha tenido que cargar con todas las crisis y con todos los errores de los gobiernos, y una vez más se pone sobre sus hombros este costo, señaló.

Las organizaciones patronales sólo demandan más prebendas, y la reforma laboral se enmarca dentro de las exigencias del empresariado, expuso.

El secretario Javier Lozano cree firmemente que la LFT inhibe la generación de empleo formal; sin embargo, es a este funcionario a quien toca velar primordialmente por que se cumpla la legislación mencionada, ya que en el país se vive una gran simulación laboral, añadió el frente sindical.

Agregó que quien revivió el tema fue el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, ex gobernador suplente por México en el Banco Interamericano de Desarrollo, organismo que ha insistido desde 1996 en que es necesario llevar cabo reformas laborales en América Latina, precisamente en tiempos de crisis.