■ Con todas las piedras que he superado, sé que puedo lograrlo, dijo
Ana María Torres desea ser la primera mujer mánager
■ Posee un gimnasio en Ciudad Neza, donde prepara a jóvenes y niños
Ampliar la imagen Torres hará su próxima defensa del cinturón supermosca ante la colombiana Paulina Cardona Foto: Marco Peláez
Guerrera en el ring y también en la vida resultó Ana María Torres. Con 29 años recién cumplidos, la boxeadora que protagonizó el primer combate femenil oficial en México, además de ser peleadora activa y dirigir un gimnasio en Ciudad Neza, se plantea un nuevo reto: ser la primera mujer mánager en la historia del país.
De cero y sin padrinazgo comienza el desafío, consciente de que “no será un camino fácil, pero con la experiencia que he tenido en el boxeo, con todas las piedras que me han puesto y he superado, sé que puedo lograrlo”.
Largo ha sido el andar de Torres para llegar hasta el lugar que ocupa hoy: por segunda vez campeona mundial supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), esta vez interina.
Diez años lleva en el circuito profesional, durante los cuales ha sido doble monarca nacional, dueña del título de América del Norte y dos veces portadora del cinturón verde del CMB.
Entre sus últimas actividades destacan la creación de su gimnasio, donde prepara a jóvenes y niños, y la participación en dos telenovelas, Amor en custodia y Un gancho al corazón.
En ese tiempo nada ha sido fácil, porque el boxeo es una profesión doblemente dura cuando se trata de mujeres: “Nosotras no tenemos actividad tan seguido, hacemos dos, tres peleas al año, si bien nos va, y los sueldos son muy bajos, pésimos”.
Asimismo, el esfuerzo es doble para conseguir que los combates femeniles sean considerados más que un relleno: “Aunque ya se ha dado que seamos estelares, ha costado y cuesta mucho, cuando nos hemos ganado nuestro espacio arriba del ring con calidad, boxeo y nuestra forma de pelear.
“Damos buenos combates y nos hemos ido ganando terreno poco a poco, pero todavía los promotores piensan que no somos un buen negocio, aunque siento que eso pasa porque no saben llevar nuestras carreras.”
Por lo mismo, Ana decidió tomar al toro por las astas y adentrarse en el mundo de la representación, donde trabajará por igual con hombres y mujeres.
“Empecé como entrenadora amateur, ya tengo a dos campeonas de Guantes de Oro, mi hermana Silvia (47 kilos) y Samantha Medina (57 kilos), y este año quiero debutar a Adrián Luna (peso completo) como profesional, esos son los planes”, explica con entusiasmo.
Los proyectos del gimnasio e iniciar en la representación de púgiles se combinan con otro claro deseo postergado por su labor profesional: “Me quedan como unos cinco años, exagerando seis, a los 35 me quiero retirar porque se me hace una edad decente para irme. Habré hecho lo suficiente y además quiero ser madre, quiero tener un bebé o dos”.
Próxima defensa
De momento, Ana María –16 peleas ganadas, 10 por nocaut– está abocada a su preparación para el combate del sábado 28 en el auditorio Guelaguetza de Oaxaca. Allí defenderá el cinturón interino del CMB ante la colombiana Paulina Cardona –13 ganadas, 5 por nocaut–, en función compartida con tres nacionales que retarán a campeones mundiales: Francisco Chiquita Rosas (paja AMB), Eric Ramírez (paja OMB) y Josaphat Pérez (superpluma AMB).
La rival “ha peleado fuera de su país y ha perdido por decisión, es decir, llega bien preparada, y está activa”, comentó Torres.
Cardona, de 20 años y apodada la Niña, ganó su reciente combate el 2 de diciembre pasado por nocaut ante su compatriota Stefany Cassiani, y en su historial existen combates en Buenos Aires, Panamá y el sur de Brasil.
“Tengo la confianza de que voy a salir con la mano en alto”, aseguró la Guerrera, y aunque admitió que le gustaría boxear en la capital o el estado de México, también será local en Oaxaca, porque su madre nació en esa entidad “y para mí es un gusto pelear allá, donde están mis abuelos y mis tíos”.
Si Torres conserva el campeonato interino y la titular la norcoreana Myung Ok Ryu hace lo propio, se organizará un combate de unificación, indicó el presidente del CMB, José Sulaimán.