■ Busca que no se beneficien otros grupos nacionalistas con la proscripción de ese partido
Llama la izquierda abertzale a anular el voto en el País Vasco sufragando por el ilegalizado D3M
Madrid, 13 de febrero. La izquierda separatista radical vasca llamó a la ciudadanía a que en las próximas elecciones autonómicas del primero de marzo depositen en la urna la papeleta del ilegalizado partido Democracia 3 Millones (D3M), con lo que piden el voto nulo.
Con esto se pretende evitar que otras formaciones nacionalistas, como el gobernante Nacionalista Vasco (PNV), se beneficien de su proscripción, además de denunciar la falta de representación política en que quedarían sus simpatizantes y militantes, algo más de 10 por ciento del electorado.
Julen Aginako, uno de los voceros de D3M, explicó que la decisión de los dirigentes abertzales supondrá “que miles de votos válidos y de oro provocarán pasar de una democracia cero a una democracia para toda la nación”.
Tanto D3M como la lista electoral Askatasuna fueron ilegalizados recientemente por el Tribunal Supremo español, que consideró representan la continuación de la coalición Batasuna, ilegalizada por supuesta vinculación con ETA.
Desde la proscripción de esta formación política, en 2003, se han celebrado cuatro elecciones autonómicas y municipales en las que sí ha estado representada la izquierda abertzale mediante listas o grupos políticos que no fueron identificados por las autoridades como próximas a Batasuna.
En las últimas elecciones autonómicas en Euskadi, en 2005, el Partido Comunista de las Tierras Vascas obtuvo seis escaños. La ilegalización de D3M y Askatasuna provocará que éstos sean los primeros comicios en que será apartada del todo la izquierda abertzale próxima a las tesis de ETA.
Aginako añadió que la proscripción de sus listas “no cumple ningún requisito del relator de Naciones Unidas” y criticó a los dirigentes del Partido Popular por aprovecharse de su ilegalización para “sacar tajada” electoral.
El hecho de que la izquierda abertzale pida el voto nulo también podría significar una alteración sustancial en el resultado de las elecciones, en que por primera vez en mucho tiempo el PNV y el Partido Socialista de Euskadi se encuentran muy igualados en los sondeos, con lo que cabe la posibilidad de que los nacionalistas moderados pierdan su hegemonía.