■ “Protegido por la mafia, su único atributo es su copete”
El mexiquense, Barbie masculino candidato de Televisa, dice AMLO
Banámichi, Son., 13 de febrero. En el caso Atenco, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvieron dar impunidad al gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, antes que hacer justicia, denunció Andrés Manuel López Obrador.
Actuaron de ese modo –afirmó– porque el mexiquense “es ahora al que están proyectando los de la mafia política; es el candidato de Televisa. Están fabricando una especie de Barbie masculino. Es otro muñeco, un pelele cuyo único atributo es su copete.
“¡Claro que lo protegen, y por eso no hubo justicia!”, frente a la esperanza que mantenían algunas personas de que se actuara para sancionar el uso de la policía en Atenco –mayo de 2006–, donde “se golpeó, se torturó y se violaron los derechos humanos de esa población”, señaló el ex candidato presidencial.
Con indignación frente al fallo que se logró con el voto mayoritario de los ministros, recordó que cuando después del fraude electoral él dijo: “al diablo con sus instituciones” y se hizo “todo un escándalo, estábamos hablando con la verdad.
“¿Qué sucede en México, que todas las instituciones están tomadas, secuestradas, al servicio de la mafia de la política, de unos cuantos, y no hay justicia para la mayoría ni apego a la legalidad, no se respeta la Constitución, se castiga al que no tiene con qué comprobar su inocencia, al que no tiene influencias ni agarraderas?”, preguntó.
Defendió entonces el movimiento que encabeza, porque “ya no queremos esta clase política corrupta, ladrona”, a la cual, además, ubicó en todos sus discursos como beneficiaria del modelo económico “irracional” y carente de resultados positivos, que insiste en mantener vigente el “gobierno usurpador”.
Ese modelo –añadió – ha permitido que se enriquezcan unos cuantos, y por eso el país es el cuarto productor de millonarios y tiene al segundo hombre más rico del mundo, “lo que no estaría del todo mal si no hubiera también tanto pobre.
“¡Esa es la política absurda que debe cambiarse!”, exclamó una y otra vez en los municipios de Bacoachi, Arizpe, Banámichi, Huepac, San Felipe de Jesús, Aconchi y Baviácora, donde refrendó su convocatoria a manifestarse el próximo martes frente a la Cámara de Diputados para exigir la aplicación de un plan anticrisis mediante los 200 mil millones de pesos que se lograrían con un ajuste al presupuesto federal si se disminuyen los sueldos de la alta burocracia, así como otros “privilegios”. Apuntó que ese dinero serviría también para evitar la gran mortandad de empresas medianas y pequeñas que sobrevendrá con el “huracán” de la crisis, y podría utilizarse para apoyar el campo y reducir los precios del gas y de la gasolina.
En la región sierra centro de Sonora, cuyas interminables extensiones semidesérticas han sido escenario de la violencia derivada del narcotráfico, López Obrador insistió en que si no cambia el modelo económico “ya no se va a poder vivir en el país. No sólo habrá más pobreza e inseguridad, también más violencia”.
El mexicano no es malo por naturaleza; quienes delinquen –resaltó– son “fruto podrido” de las políticas que se han venido imponiendo. “¿Qué esperábamos, que después de 26 años sin crecimiento económico y sin generar empleos no hubiera inseguridad y violencia?”, preguntó.
Sin embargo, una vez más criticó las medidas anticrimen aplicadas por Felipe Calderón, quien –dijo– “le dio un balazo al avispero” y por eso se ha disparado la criminalidad. Se refirió también a lo ocurrido el pasado jueves en Monterrey, donde “grupos de jóvenes taparon las calles y, según los reportes, están al servicio de la delincuencia organizada, ya en un abierto desafío a la autoridad”.
Ante los sonorenses que, como él, son muy afectos al beisbol, López Obrador se quejó de la “apabullante” transmisión de partidos de futbol en la televisión. Por eso, y como sabía que quienes acudieron al mitin le entenderían, presumió: “así como me ven, ando bateando como 400 de porcentaje”.