■ “Partes críticas del sistema financiero están dañadas”, admite el secretario del Tesoro

Aprueba el Senado de EU paquete económico por unos 800 mil mdd

■ La inversión del nuevo plan presentado por Timothy Geithner podría alcanzar 2 billones de dólares

■ Incluye varias medidas: invertir en bancos en apuros, absorber deudas “tóxicas”, reabrir el flujo del crédito, estabilizar el mercado inmobiliario...

■ Economistas pronostican “un fracaso”

David Brooks (Corresponsal)

Nueva York, 10 de febrero. El gobierno de Barack Obama reveló hoy su estrategia para rescatar al sector financiero con una serie de medidas que podrían sumar hasta 2 billones de dólares, mientras el Senado aprobó el paquete de recuperación y estímulo económico de poco más de 800 mil millones de dólares.

O sea, en total, entre ambas iniciativas el gobierno promueve un gasto combinado de unos 3 billones de dólares adicionales a lo que ya se ha invertido y/o garantizado para enfrentar lo que se califica como la peor crisis económica desde la Gran Depresión.

En el frente financiero, el secretario del Tesoro Timothy Geithner, reconociendo el repudio público al rescate del sector financiero, y buscando distanciarse del manejo de la primera etapa del rescate bajo el gobierno de George W. Bush, prometió mayor transparencia y rendición de cuentas.

“El pueblo estadunidense ha perdido fe en los líderes de nuestras instituciones financieras y es escéptico respecto de que su gobierno, hasta la fecha, ha empleado el dinero de los contribuyentes en maneras que los beneficiarán”, declaró el secretario del Tesoro. Advirtió que “ahora mismo, partes críticas de nuestro sistema financiero están dañadas. En lugar de catalizar la recuperación, el sistema financiero trabaja en contra de una recuperación y esa es la peligrosa dinámica que debemos cambiar”. Subrayó que “la batalla” por la recuperación económica se libra en dos frentes, uno para generar empleo y nueva inversión (el paquete de estímulo económico) y otro para renovar el flujo de crédito (este paquete de rescate financiero).

El nuevo plan combina varias medidas que buscan invertir miles de millones en decenas de bancos en apuros, la creación de una nueva entidad para absorber deudas “tóxicas”, y ofrecer incentivos para reabrir el flujo del crédito. En los próximos días también se agregará un programa para estabilizar el mercado inmobiliario.

Las iniciativas principales de la estrategia revelada hoy por Geithner incluyen la creación de un Fondo de Inversiones administrado conjuntamente por el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal con financiamiento de inversionistas privados, dedicado a la compra de bienes financieros (deudas, hipotecas, etcétera) “tóxicos”, o sea difíciles de vender, que han estancado las operaciones del sector financiero durante el último año. Este fondo es lo que algunos llaman un “banco malo” cuyo objetivo es aspirar toda los instrumentos financieros “malos” en el sistema.

A la vez, se anunció la ampliación de un programa de préstamos dedicado a financiar créditos al consumidor (préstamos estudiantiles, para compra de autos y para resolver deudas de tarjetas de crédito, entre otras cosas), financiado por el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal y que podría ascender hasta un billón de dólares.

A la par, Geithner afirmó que continuarán las inyecciones de capital directas a los bancos, lo cual se financiará con el fondo de rescate financiero de 350 mil millones, la última parte que queda del paquete inicial de 700 mil millones.

No obstante, si la idea era restablecer cierto grado de confianza, el anuncio de Geithner de hoy fracasó.

Desplome en Wall Street

Wall Street respondió con un desplome dramático del índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York al perder 382 puntos. Analistas indicaron que el plan provocará más preguntas que respuestas, y que simplemente no contiene suficientes detalles para convencer a los inversionistas de que podría funcionar.

Por otro lado, críticos más liberales señalaron que el nuevo plan no se ve tan diferente al de Bush en renglones básicos, ya que de cierta manera sigue confiando justo en las mismas empresas y empresarios que están entre los responsables de la crisis en que se encuentran.

En lo que ofreció Geithner hoy no hay ninguna orden que obligue a los bancos que reciben fondos públicos a gastarlos de alguna manera específica. A la vez, en torno a la compra de los instrumentos financieros “tóxicos”, el economista Doug Henwood de Left Business Observer indicó que al parecer se busca subsidiar a los financieros para que compren estas deudas con un riesgo mínimo, ya que el gobierno aparentemente las garantizará. “Esto parece un gran regalo al grupo que firmó grandes cheques a la campaña de Obama durante 2007 y 2008. ¿Esto podría ser tan cínico como una recompensa? Porque es difícil entender qué es lo que el público consigue con todo esto”.

El reconocido economista James Galbraith recordó que el plan de estímulo sólo funcionará si se logra resucitar el sector financiero y el flujo de crédito, y el plan para lograrlo presentado hoy “no está bien diseñado y no es probable que tenga éxito”, dijo en entrevista con Amy Goodman en su noticiero independiente Democracy Now.

El problema central es que aparentemente nadie sabe qué tantos de los instrumentos financieros problemáticos al centro de la crisis existen en las empresas financieras, según los expertos. Para Galbraith, éstos fueron ocultados a tal nivel que podría haber un fraude, y por lo tanto representan instrumentos que ningún inversionista desea tocar. “Si ese es el caso, creo que es justo concluir que los grandes bancos, a los cuales el Tesoro intenta proteger con todo, de hecho no pueden ser protegidos, que de hecho son insolventes”, y por lo tanto hay que permitir que sean tratados así.

Dijo que sostener a estas instituciones sólo demorará la posibilidad de sanear el sector financiero, “y el funcionamiento de los mercados de crédito es absolutamente esencial para el éxito del paquete de estímulo y todo lo demás, en empezar a resucitar la economía”.

Estimulando el estímulo

Mientras tanto, con Obama de visita en Florida al continuar con su campaña para promover y generar apoyo para el paquete de estímulo económico, el Senado aprobó su versión de ese proyecto de ley por 61 contra 37 votos, con sólo tres votos republicanos.

Con ello inician las negociaciones entre las dos cámaras del Congreso para elaborar un proyecto de ley que reconcilie las diferencias entre las versiones aprobadas por cada cámara. Esa versión de consenso tendrá que ser sometida de nuevo a un voto de aprobación en cada cámara (algunos líderes legislativos esperan poder lograrlo en unos cuantos días), antes de ser enviada al presidente para promulgarla en ley.

“Es un buen comienzo”, comentó Obama al enterarse de la aprobación por el Senado durante su segunda visita, ahora a Fort Myers, Florida, de tres que realizará esta semana para generar presión política sobre Washington desde comunidades devastadas por la crisis.

La mano

La presentación de los paquetes de rescate económico más grandes en la historia también marca el fin de lo proclamado por Ronald Reagan hace 25 años en la celebración del imperio del mercado libre: que el gobierno no es la solución, sino el problema. Anoche, Obama revirtió eso al declarar que el gobierno no sólo no es el problema, sino que en esta coyuntura, “el gobierno es la única entidad que queda con los recursos para resucitar a la economía”.

O sea, la mano invisible tan celebrada de Adam Smith (claro, en su definición distorsionada y simplista) ahora se ha convertido en una mano muy, muy, visible.