■ Nació en 1831 tras el surgimiento de la fábrica de hilados y tejidos del mismo nombre
La Fama, barrio olvidado por autoridades de Tlalpan y amenazado por la modernidad
■ Proyecto para rehabiltar su plazuela, un kiosco y la biblioteca, quedó sólo en promesa
■ La ampliación del Metrobús hasta El Caminero trastocó la tranquilidad de sus estrechas calles
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Las calles y la biblioteca del barrio La Fama, uno de los más tradicionales de Tlalpan, lucen descuidadas y abandonadas, sin que las autoridades de la demarcación tomen cartas en el asunto
Foto: Roberto García Ortiz
El barrio de La Fama, considerado uno de los más tradicionales de Tlalpan, el cual creció bajo el influjo de la fábrica textilera del mismo nombre, se encuentra en decadencia, por el olvido de las autoridades delegacionales.
El proyecto de rehabilitar su plazuela, incluido un kiosco y una biblioteca pública para el servicio de la comunidad, quedó sólo en promesa del jefe delegacional, Guillermo Sánchez, mientras la “modernidad” trastoca el estilo de vida de la zona.
Ubicado a 15 minutos de Villa Olímpica, el barrio surgió en 1831 tras la fundación de la fábrica de hilados y tejidos La Fama Montañesa, cuyos obreros poblaron las zonas aledañas. De esos tiempos, aún se conserva el casco de la antigua textilera, actualmente en posesión de una cadena de supermercados, y la plazuela, enclavada en el corazón del barrio, a partir de la cual surgen callejones de las 10 manzanas que lo componen, incluido el Parque Nacional Fuentes Brotantes.
La estrechez de sus vialides es tal que en algunas calles apenas caben dos vehículos, y en otras los automovilistas tienen que cederse el paso, sin lugar para que deambulen los peatones, pues otra de sus características es que no cuentan con banquetas.
“Fueron diseñadas para el paso de caballos y carretas”, recuerdan sus pobladores, quienes luchan constantemente por preservar sus tradiciones, cultura e historia, sin que de ello se hagan eco las autoridades, quienes, por el contrario, han abonado a la degradación del barrio.
Como ejemplo de ello está la llegada del Metrobús al sur de la ciudad, en el derrotero que desemboca en El Caminero, que saturó sus calles, las cuales son utilizadas inclusive por camiones de carga, debido a que durante la actual administración se llevó a cabo una vieja propuesta de cambiar el sentido de Ayuntamiento y Corregidora, que entroncan con la avenida Insurgentes, pese a la oposición vecinal.
Aunque no se logró detener ese proyecto, a partir de esta resistencia, aseguran sus habitantes, las autoridades hicieron el compromiso de mejorar la imagen urbana del barrio y convertir en área exclusiva de uso peatonal y de tránsito local la calle de La Fama, donde se ubica la plazuela, además de habilitar una biblioteca pública y un centro de Internet en inmuebles que actualmente se encuentran abandonados.
En el planteamiento elaborado por la comunidad se argumentó que en el perímetro viven unas 285 familias y se concentran varios centros educativos de preprimaria, primaria y secundaria, sin que exista una biblioteca que apoye la formación de los alumnos.
De ahí que proponían establecer la biblioteca, un archivo histórico del barrio, una sala de usos múltiples y recuperar el kiosco tradicional. Todavía en diciembre pasado, recuerdan, los vecinos fueron convocados a la sede delegacional, junto con los habitantes de otros barrios, para conocer sus necesidades. Sin embargo, ni la restauración de los espacios comprometidos ni los servicios públicos, incluida la dotación de infraestructura, mejorar el alumbrado público y la seguridad, han llegado.
Por el contrario, agregaron, se ha permitido la construcción de nuevos conjuntos habitacionales, que han comenzado a colapsar los servicios de agua y luz.