■ Autoridades crean una comisión especial para encontrar a los posibles responsables
Aumentan a 173 los muertos por incendios en Australia; 400 heridos y miles sin hogar
■ El Parlamento suspende actividades y expresa condolencias a familiares de las víctimas
Ampliar la imagen Residentes de la comunidad de Kinglake West, al noreste de Melbourne, Australia, explican a oficiales cómo sobrevivieron ayer al incendio que destruyó su hogar, al fondo a la izquierda Foto: Ap
Sidney, 9 de febrero. El número de muertos por los incendios que azotan el sureste de Australia aumentó a 173, fueron reportados más de 400 heridos y miles de personas se quedaron sin hogar.
Bomberos y equipos de rescate recuperaron este lunes los restos de decenas de personas entre los escombros de los inmuebles devorados por el fuego.
Hay 31 frentes de llamas en el estado de Victoria y cinco de ellos preocupan gravemente a los bomberos. El mayor de los incendios está localizado cerca de Beechworth al noreste del estado, a 40 kilómetros de Nueva Gales del Sur, donde el fuego superó el río Kiewa y acecha varios pueblos de la zona.
En Nueva Gales del Sur los incendios son más numerosos, sin embargo no causaron víctimas mortales.
“Las calles parecen como si hubiese ocurrido una matanza”, relató Ross Bradstock, experto en la extinción de incendios de la Universidad australiana de Wollongong.
“Esto va a parecer como Hiroshima. Va a parecer una bomba nuclear. Hay animales muertos en toda la carretera”, declaró un sobreviviente.
El fuego devoró 750 casas, no obstante, el diario The Australian apuntó que hay casi un millar de edificios afectados y que en muchos lugares sólo quedan cenizas y polvo.
Las localidades de Marysville y Kinglake prácticamente fueron borradas del mapa.
El primer ministro del esta- do de Victoria, John Brumby, manifestó que “al final de esta semana la cifra de muertos se incrementará”.
Los investigadores forenses advirtieron que llevará varios meses antes de que los fallecidos puedan ser identificados en su totalidad.
Las autoridades temen que el número de muertos ascienda a 230 y crearon una comisión especial para encontrar a los posibles responsables que provocaron algunos de los incendios.
Por lo pronto, la policía de Victoria anunció que todas las zonas devastadas serán consideradas escenario de crimen en caso de que se detenga a algún sospechoso.
El Parlamento australiano suspendió su actividad y los legisladores expresaron sus condolencias a los familiares de las víctimas.