■ Denuncian falta de respuestas del gobierno argentino ante la crisis
Productores agrarios amenazan con nuevos paros, bloqueos y tractorazos
Buenos Aires, 8 de febrero. La propuesta de la otrora progresista dirigencia de la Federación Agraria Argentina (FAA) de suspender la venta de granos por una semana en lo que define como una “estrategia gradual y creciente de lucha” con la presencia de los productores al costado de las carreteras, anticipa un nuevo periodo tormentoso con las entidades patronales del campo.
En los próximos días y en un escenario de gran movilidad por las recomposiciones políticas ante las próximas elecciones legislativas, los organismos patronales que integraron una “mesa de enlace” con la FAA y realizaron un paro patronal durante cuatro meses desde marzo pasado –con cortes de carreteras estratégicas, desabasteciendo el país y desestabilizando al gobierno– prepararán sus nuevas medidas.
Los discursos son amenazantes, a pesar de las ayudas millonarias entregadas por el gobierno a los sectores más afectados por la mayor sequía que vive el país desde hace 50 años, como señalan funcionarios oficiales.
La propuesta de la FAA no incluye suspender las ventas de hacienda y la decisión se tomó por “falta de respuestas oficiales para la crisis que soportan los pequeños y medianos productores del campo”. Ahora los productores exigen que se suspendan todos los impuestos.
La propuesta será debatida el día 12 en la Comisión de la Mesa de Enlace y aunque se dice que no habrá cortes de carreteras, se llama a movilizaciones y tractorazos, que interrumpen el tránsito normal y a controles de carga, todo lo cual se presta a confrontaciones violentas.
“Es el comienzo de una nueva etapa de protesta y dependerá del gobierno que no se avance ni se profundice el reclamo”, dijo el presidente de FAA, Eduardo Buzzi, quien hace tiempo admitió que sus acciones están destinadas “al desgaste” gubernamental.
Buzzi reconoció que esta movilización no tiene “las mismas simpatías” de la protesta que se inició en marzo de 2008, y dijo que tratará de evitar los bloqueos carreteros, aunque admitió que no puede controlar a los productores que se autodenominan “autoconvocados”, donde predominan grupos ligados incluso a figuras de la pasada dictadura.
A su vez, Hugo Biolcatti, actual dirigente de la poderosa Sociedad Rural, integrada por los mayores productores y terratenientes del país, afirmó que “el conflicto (del campo) es imparable”.
Otra de las entidades que conforman la Mesa de Enlace Confederaciones Rurales, en este caso de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), ya convocó a una suspensión de actividades para los próximos 18 y 19 de febrero.
Hay preocupación por las coincidencias que pueden darse entre estas acciones de paros patronales y lo que pueda hacer el grupo italiano Techint, una de cuyas empresas, Siderar, y sus trabajadores amenazados de despidos cumplen mañana los 30 días de conciliación obligatoria impuesta por el Ministerio de Trabajo. Siderar amenaza con dos mil 400 despidos y el gobierno está dispuesto a una expropiación si continúa la decisión de los despidos.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se expresó en defensa irrestricta del empleo ante la crisis y demandó colaboración a las empresas líderes, que han tenido millonarios beneficios en los últimos años.
De acuerdo con el periodista Horacio Verbitsky, el Ejecutivo “debe estar preparado para una posible provocación de la empresa (Techin)”, que coincida “con una nueva escalada de la agresión agromediática, anunciada para este mes, de acuerdo con el objetivo expuesto por Buzzi de desgastar al gobierno”. Buzzi, Mario Llambías y Luciano Miguez, activos de la Mesa de Enlace de 2008 contemplan presentar candidaturas legislativas en listas opositoras.