Al cierre
■ El armenio ganó por nocaut técnico en el undécimo round
Darchinyan demolió a Arce y es el rey de los supermoscas
Anaheim, Cal., 7 de febrero. El armenio Vic Darchinyan demolió al mexicano Jorge Arce al derrotarlo por nocaut técnico en el undécimo asalto de una pelea a 12, la noche del sábado aquí, para retener las coronas supermosca de tres organizaciones mundiales.
Darchinyan realizó con éxito la primera defensa de sus fajas de las 115 libras del Consejo Mundial de Boxeo, la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y la Asociación Mundial de Boxeo.
El armenio mejoró su récord a 32 victorias, 26 de ellas por nocaut, con una derrota y un empate. “Él me sorprendió. No esperaba que aguantara tanto, pero vino bien preparado”, dijo el Toro Rabioso Darchinyan.
Arce terminó con los ojos bastante inflamados y heridas en los pómulos, lo que obligó al árbitro Lou Moret a detener la contienda antes del inicio del duodécimo round.
“Reconozco que es un fuerte pegador, pero los cortes me limitaron. No sé por qué pararon la pelea”, se quejó El Travieso. “Aun en el último round tenía siempre oportunidad de ganar”, explicó.
El mexicano tiene ahora una foja de 51-5-1, y sufrió el segundo nocaut de su carrera.
Darchinyan conquistó el cinturón de la FIB en febrero de 2008, cuando noqueó en cinco rounds al ruso Dimitri Kirilov. Nueve meses después se agenció las otras dos fajas, al derrotar por fuera de combate al mexicano Cristian Mijares.
Darchinyan le sacó buen provecho a su mano zurda en el primer asalto, al llegar limpiamente a la cara de Arce al menos en cinco oportunidades.
Al finalizar el round, mientras iba camino a su esquina, el mexicano hizo un gesto nada deportivo a su oponente, llevándose las manos a la entrepierna, en señal de que había asimilado su pegada y estaba en pie.
Darchinyan se mantuvo al acoso, marcó la diferencia en el segundo capítulo con su izquierda y sus acostumbrados golpes de remolino en la anatomía de su rival.
Peleando con toda la confianza, pese a que El Travieso le propinó dos buenas derechas en la medianía del tercer acto, el campeón echó en su bolsa ese y los cuatro siguientes episodios.
“Es muy fuerte, sentí su pegada en varias ocasiones”, reconoció Darchinyan.
Aun con el ojo izquierdo ligeramente inflamado, a Arce se le veía igual de decidido y valiente, buscando la pelea en su zona corta. El mochiteco cerró el sexto asalto con una terrible derecha, que explotó en la oreja de Darchinyan justo con el sonido de la campana, y envió al armenio tambaleante a su esquina.
El golpe le bajó las revoluciones a Darchinyan y le dio un respiro a Arce, quien con menos agobio intentó buscar una brecha por donde darle vuelta al pleito.
En el noveno cuadro, Arce se quejó de lo que en apariencia fue un golpe ilegal del armenio detrás de la oreja, pero el árbitro lo dejó pasar, y eso enojó al mexicano, quien se fue a un furioso cuerpo a cuerpo, donde consiguió pasajes aceptables.
A esas alturas, Arce buscaba desesperadamente un golpe que le diera un vuelco al pleito, pero Darchinyan peleó al contragolpe.
En el desenlace, El Travieso casi no veía por la inflamación de los ojos.