■ Caminos opuestos de los dos máximos jonroneros de Grandes Ligas
Hank Aaron y Barry Bonds: las dos caras del beisbol
■ El Martillo festejó sus 75 años rodeado de amigos; Bonds acudió a la Corte
Miami, 6 de febrero. Hank Aaron y Barry Bonds son los máximos jonroneros en la historia de las Grandes Ligas de beisbol, pero al enfilar sus vidas por caminos opuestos hoy representan las dos caras de una misma moneda.
Mientras Aaron festejó el pasado jueves sus 75 años en Atlanta, rodeado de familiares, amigos y admiradores, Bonds debió presentarse ante una corte federal de San Francisco por una acusación de 10 delitos de perjurio, aunque se ha declarado inocente.
Al onomástico de Aaron, conocido como el Martillo, asistieron el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, el comisionado de la liga de beisbol, Bug Selig, y el magnate Ted Turner, entre otros. No ocultaron elogios para el modesto jugador, dueño durante años de la corona de los cuadrangulares, con 755, y ahora en manos de Bonds, quien ha pegado 762.
“Nos ha dado mucho más a nosotros que lo que nunca le podremos dar”, señaló Clinton en el reconocimiento a Aaron, miembro del Salón de la Fama.
Con la misma sencillez y naturalidad que pegaba cuadrangulares, Aaron agradeció el gesto: “Lo único importante que he hecho es respetar al público. Ese fue siempre mi objetivo”.
Sin embargo Aaron evitó referirse a la validez del récord de Bonds y si lo consiguió de una forma legal o no por el eventual uso de esteroides anabólicos.
“Nunca he pensado realmente si él lo consiguió de una forma u otra. En realidad he mantenido mis pensamientos alejados de eso”, señaló
Bonds, por su parte, ratificó su inocencia durante una audiencia de entrega de evidencias ante Susan Illston, la juez de distrito que un día antes decidió quitar el sello a cientos de páginas de documentos, principal base criminal del gobierno.
El toletero fue acusado de mentir en una investigación federal, en la que negó el consumo de sustancias para mejorar su rendimiento.
Desde el punto de vista estrictamente deportivo existen muchas similitudes entre los dos peloteros. Ambos acumulan ocho temporadas de 40 o más vuelacercas, aunque Aaron nunca disparó 50 y Bonds lo hizo una vez (73 en 2001).
Bonds alcanzó los 755 cuadrangulares en 22 temporadas, Aaron lo hizo en 23. Ambos ganaron dos títulos de promedio de bateo en su tiempo. Aaron es el líder de extrabases (1.477) y Bonds es segundo (1.430).
Pero si se analizan en profundidad las estadísticas, Bonds ha sido mejor pelotero de lo que Aaron lo fue en su época.
A los 762 jonrones de Bonds hay que sumarle también 514 bases robadas, contra 240 de Aaron. También ocho Guantes de Oro para Bonds y tres para Aaron. Bonds tiene siete premios al jugador más valioso, contra uno de Aaron.
Pero donde verdaderamente se separan los dos jonroneros es en la cantidad de turnos al bate que cada uno necesitó para llegar al récord de vuelacercas.
Mientras Aaron agotó 12 mil 364 oportunidades para imponer la marca de jonrones, Bonds sólo necesitó 9 mil 768 para alcanzarlo. Durante ese tiempo, Bonds recibió 2 mil 539 transferencias, líder de todos los tiempos, mientras Aaron se quedó con mil 402.
Y en bases por bolas intencionales, Bonds ha sido el líder de esa instancia en 12 ocasiones y ocupa la cima de todos los tiempos, mientras Aaron apenas una ocasión fue coronado en ese departamento.
Fuera del terreno del juego, Bonds tuvo una forma de comportarse en la que se mostró arrogante ante sus propios compañeros, los fanáticos y los medios de prensa, mientras Aaron resultó todo lo contrario: un ejemplo de humildad y comportamiento ciudadano.