Penultimátum
■ Recuperación del beso en Guanajuato
Confirmado, el Registro Civil de Guanajuato recibió ayer la petición de un numeroso grupo de ciudadanos (que apenas podía hablar por estar besándose), al margen de edad, orientación sexual y actas de defunción. El grupo estaba convencido de que el beso había pasado de moda, pero le atribuyó el renacer del besuqueo al alcalde de la citada ciudad, Eduardo Romero Hicks. Huberto Besudo, vocero del grupo, explicó que: “Ha sido tan intensa la tarea de nuestro alcalde por recuperar el beso, que solicitamos formalmente que de ahora en adelante se llame Eduardo Romero Kiss”. La petición busca “oficializar” un cambio que varios columnistas políticos ya habían sugerido.
En paralelo, de buena fuente se supo que el Partido Acción Nacional no obtuvo el permiso para utilizar el bolero Besar, de Juan Bruno Tarraza, en cuya letra se afirma: “¿Quién no lo sabe/ que nada sabe/ como el besar?/ ¿Quién me lo niega/ que es de la vida/ punto inicial?
El PAN de Guanajuato planeaba explotar dicha melodía en la campaña electoral que acaba de iniciarse. Pero quien tiene a su cargo todo lo relativo a los derechos de autor del famoso compositor cubano, negó la autorización necesaria al enterarse que Besar sería grabado por el trío que ameniza las veladas culturales en el rancho San Cristóbal, el faro del saber de Guanajuato. Abundó en su negativa al precisar que “la familia mexicana es un dueto, no un trío porque en un sentido positivo el trío aludiría al hijo único, y un hijo único no tiene con quién conversar sobre sus lecciones del catecismo”. Al respecto, no está por demás recordar a los lectores lo que esta columna siempre ha sostenido: un trío siempre anticipa la profanación del dueto. Además, como decía el sorprendente padre Maciel, “esa palabra sugiere orgía”.
Luego de resolver lo mejor posible sus problemas legales en Perú, su país natal, Laura Bozzo enriquecerá este mes la programación de Azteca América, propiedad del dueño de los canales electrodomésticos (es decir el 13 y el 7), que transmite para el mundo hispanohablante de Estados Unidos. Ahora sí, Laura promete hacer las cosas correctamente, “absolutamente cuidadas”, lo que supone cero amarillismo, cero explotación de la pobreza e ignorancia de la población. A la basura un estilo de hacer televisión que le dieron fama y hasta dinero, como el proveniente del régimen que presidió la dupla formada por Alberto Fujimori y el general Montesinos, sus protectores, hoy en la cárcel. La conductora anuncia que los casos que analice en su programa serán verdaderos, comprobados, un talk show “empapado de realidad”. Como adelanto de lo que viene, Laura estuvo en Ciudad Juárez “estudiando” el caso de las mujeres asesinadas. Aprovechó el viaje para enterarse de los problemas que tienen los migrantes.