Conciencia histórica
A lo largo del último atentado –aún en proceso– contra la ciudad sagrada de Teotihuacán, han sido ya documentados por La Jornada anteriores atropellos perpetrados contra la integridad de este sitio prehispánico, magnífico por su trazo urbanístico y su arquitectura.
Sin embargo, dicho recuento periodístico efectuado en estas páginas no incluyó un agravio contra el espacio teotihuacano que fue detenido gracias a la intervención del maestro Salvador Novo, circunstancia que en su momento él narró en su columna “Cartas a un amigo” de la revista Hoy, en abril de 1965.
Debe tenerse en cuenta que la administración de Adolfo López Mateos, entre los actos relevantes de su política cultural, otorgó especial atención a Teotihuacán y, con la mira puesta en lo que aún se hace en otros lugares como las pirámides de Egipto y en Versalles, por mencionar sólo éstos, se ideó un espectáculo de luz y sonido, el cual se llevó a cabo en el siguiente gobierno, esto es, en el díazordacista. Si bien, a diferencia de lo que ocurre en la actualidad, entonces ni por asomo se pensó en dañar los monumentos, y cuando se advirtió tiempo después, que podía haber perjuicios irreparables y por cuestión de costos, se canceló dicho espectáculo.
Se ha recordado aquí también que el guionista de esa experiencia fue Novo, precisamente, y tuvo éste, para cumplir su misión, que realizar varios viajes a la Ciudad de los Dioses y en uno de ellos, como asentó en su crónica, que se exhuma, prescindiendo –cabe advertir– de algunas otras incidencias que no vienen al caso, para hacer notar lo que va de ayer a hoy en materia de cultura y de respeto al legado patrimonial de nuestros antepasados, cuestión que se hace más que evidente por la elocuencia de este texto.
Para cerrar este texto y ante el hecho de que entre las múltiples irregularidades del proyectado Resplandor teotihuacano, está el agravante de que no se ha presentado el guión correspondiente, por lo cual debe recordarse igualmente lo que a este respecto señaló el mismo Novo en otra colaboración suya publicada en el extinto Novedades, también en abril de 1965, que no fue –debe señalarse– aquel al que aludió en Hoy y que finalmente no apareció.