El Ritalin tiene efecto similar a la cocaína
Chicago, 4 de febrero. Un grupo de investigadores de Estados Unidos informó que un fármaco estimulante común usado para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) puede generar cambios cerebrales en los ratones similares a los que produce la adicción a la cocaína.
El equipo indicó que ratones saludables expuestos a inyecciones diarias del medicamento Ritalin, de Novartis, o metilfenidato, desarrollaron cambios en los centros de recompensa de su cerebro y que algunas de esas variaciones se asemejaban a las que presentaban roedores que habían recibido cocaína.
“El metilfenidato, que se supone que es un compuesto bastante inocuo, puede tener efectos estructurales y bioquímicos en algunas regiones del cerebro que pueden ser aún mayores que los de la cocaína”, señaló en un comunicado el doctor Yong Kim, de la Universidad Rockefeller, en Nueva York.
La investigación, financiada por el Instituto Nacional de Abuso de Drogas y publicada en Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, llega después de una serie de estudios en humanos que revelaron que esas medicinas serían seguras cuando se emplearan para tratar el TDAH.
Abusan de él para mejorar desempeño académico
El estudio también se efectuó luego de que algunos informes sugirieron que más de 7 millones de estadunidenses han abusado del metilfenidato para drogarse o mejorar su desempeño académico.
La doctora Nora Volkow, del instituto, dijo en una entrevista telefónica que se conoce muy poco sobre los efectos de estos fármacos estimulantes cuando se utilizan para mejorar la concentración en las personas saludables.
“Lo que este estudio demuestra es que la exposición de estos animales al metilfenidato durante dos semanas realmente producía cambios comparables a los observados ante la exposición crónica a la cocaína”, manifestó Volkow.
Impulsividad, una característica
Millones de niños toman estimulantes como Ritalin y Adderall, de Shire, para tratar el TDAH, padecimiento caracterizado por impulsividad, falta de atención y distracción que pueden interferir en la capacidad de un chico de prestar atención en la escuela y tener relaciones sociales.
Volkow destacó que estudios en adolescentes muestran que el metilfenidato no incrementa el riesgo de adicción a futuro.