■ Le pregunta su opinión sobre asesinar a un político extranjero
Fidel Castro demanda en tono moderado a Obama que incluya a Cuba en su agenda
La Habana, 4 de febrero. Fidel Castro volvió a emplear un tono moderado frente a Barack Obama, esta vez para instar indirectamente al presidente de Estados Unidos a que incluya a Cuba en su agenda internacional.
El líder cubano había mantenido una opinión basada en el reconocimiento de las cualidades personales del ahora jefe de la Casa Blanca y de dudas sobre si podría consumar sus promesas.
La misma línea habían adoptado el presidente Raúl Castro y otros altos funcionarios.
Pero la semana pasada Fidel Castro pasó a una crítica frontal, al acusar a Obama de abuso de poder y violar la ley internacional por no devolver a la isla la base de Guantánamo y de “compartir el genocidio contra los palestinos”.
En ese momento no estaba claro si la posición oficial había pasado a la confrontación tradicional. Sin embargo, después de ese comentario la televisión difundió un documental, que reprodujo declaraciones recientes de Raúl Castro, ratificando su conocida disposición a discutir con Obama en un plano de igualdad y sin condiciones.
En su regreso este miércoles al discurso que sólo llega al escepticismo, Fidel Castro expuso preguntas con la demanda de que Obama se manifieste sobre asuntos como la opción de ordenar el asesinato de un político extranjero, los ataques auspiciados por Washington contra la isla, la ley que permite a los cubanos residir en Estados Unidos sólo por haber llegado a su territorio incluso en forma ilegal, el bloqueo económico y otros tópicos.
“Hay quienes se rasgan las vestiduras si se expresa cualquier opinión crítica sobre el importante personaje, aunque se haga con decencia y respeto”, dijo, aludiendo a reacciones sobre su cambio de tono anterior. “Esto va acompañado siempre de sutiles y no sutiles dardos de quienes poseen los medios para divulgarlos y los transforman en componentes del terror mediático que imponen a los pueblos para sostener lo insostenible”.
“Cualquier crítica mía es calificada sin excepción de arremetida, acusación y otros sustantivos similares, que reflejan desconsideración y descortesía con la persona a la que van dirigidas”, agregó. “Como viejo político y luchador, no cometo ningún pecado al exponer modestamente estas ideas”.