■ Cristina Fernández anuncia la creación del sistema de boleto electrónico para el transporte
Insólita emergencia en Buenos Aires ante el acaparamiento de monedas por especuladores
Buenos Aires, 4 de febrero. Ante la insólita emergencia que se vive en esta capital y sus alrededores por la desaparición de monedas, en manos de especuladores, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner anunció hoy la creación del sistema de boleto electrónico para el transporte público, lo que mejorará la situación “de los sectores más vulnerables” y eliminará “el negocio de las monedas”, según explicó la mandataria.
El Estado invertirá más de 200 millones de pesos para poner en marcha el nuevo plan en 90 días, pero las asociaciones de consumidores, que apoyaron la medida oficial, desean mayor celeridad en la implementación del sistema, ya que la población está sufriendo la escasez de monedas y la acción extorsiva de grupos y empresas que entregan monedas por valor inferior al billete que se les cambia.
“He fijado plazos para que todos los usuarios puedan disponer de tarjeta electrónica en el ámbito metropolitano y se pueda eliminar el negocio de las monedas. En realidad no sólo estamos ante el inconveniente de falta de monedas sino también ante el negocio de las monedas”, dijo la presidenta.
Estimó que la nueva medida favorecerá a los trabajadores y las empresas que reciben ayuda, y recordó que el transporte metropolitano “es 18 por ciento más barato que en el resto del país, y el de menor costo en América Latina, con La Paz y la ciudad de México”.
Fernández de Kirchner dijo que su gobierno se preocupa por tomar medidas de conjunto en economía y establecer qué sectores deben recibir subsidios “para seguir manteniendo la actividad y el crecimiento, no sólo de la economía sino de lo social”.
Añadió que uno de los objetivos fundamentales en este momento es la defensa del empleo.
El anuncio trajo algo de alivio, ya que con el último aumento en las tarifas de transporte los más afectados por la falta de monedas –acaparadas y escondidas por los especuladores– son los sectores más humildes que deben tomar dos o tres transportes.
La mandataria aseguró que las monedas están siendo acaparadas por especuladores. “Hace poco se detectó una empresa que tenía tambores repletos de monedas y especulaba. Esos negocios los terminan pagando los más vulnerables, los que dependen del sistema de transporte público para viajar a sus trabajos y lugares de estudio”.
Otras fuentes señalan que las monedas “son llevadas de contrabando a Brasil para reducirlas y aprovechar el metal”. Para otros el destino son los países de la vieja Europa, pero en realidad algunos empresarios deshonestos están ganando miles de dólares por día, en los “paquetes” que venden. Por ejemplo: por un billete de 10 pesos dan nueve, ocho y en algunos casos hasta siete en monedas.
Si uno analiza la cantidad millonaria de población que se mueve cada día en los transportes públicos puede estimar las ganancias que han obtenido (los especuladores) en los últimos tiempos”. Recientemente la policía allanó una empresa donde encontraron más de 2 millones de pesos en moneda.
Las versiones novelescas sobre adónde van las monedas son diversas y a veces fantásticas, pero también desde algunos movimientos sociales se denuncia que con el acaparamiento “se crea fuerte malestar en la población, como una de las tantas acciones desestabilizadoras en tiempos electorales”.
En todo caso, la desaparición de monedas tiene duras consecuencias para los más vulnerables.
“Antes salía a tomar el tren a las cuatro de la mañana y ahora debo adelantar para hacer la cola y conseguir las monedas. Tomo tren y colectivo y debo salir mucho más temprano y, a veces, cuando regresamos cansados de nuestros trabajos debemos hacer cola para conseguir monedas para el día siguiente. Es duro”, cuenta Rosa Alvarengo, que viene desde Lanús (provincia de Buenos Aires) hasta un barrio del norte de esta capital.
Las asociaciones de consumidores piden que “el boleto electrónico pueda salir lo más rápido posible, al tener en cuenta que en marzo el problema se puede agudizar con el regreso de las clases después de las vacaciones”.