■ La tortura y el homicidio fueron cometidos por sicarios del sureste del país, sospechan

El general ejecutado tenían fracturas expuestas en brazos y piernas, y recibió once balazos

A. Méndez y J. Aranda

Autoridades de Quintana Roo confirmaron ayer que el asesinato del general de brigada Mauro Enrique Tello Quiñones se ejecutó con inusitada saña. “Tenía rotos los brazos y las piernas. Las fracturas estaban expuestas todas. Tiene golpes en todo el cuerpo, en la cara, en el tórax y le rompieron las piernas y los brazos. El general es el que recibió lo peor. La ejecución ocurrió entre las 21 y 22 horas del lunes pasado”, informó en conferencia el procurador estatal Bello Melchor Rodríguez y Carrillo.

En ese contexto, fuentes gubernamentales revelaron a La Jornada que efectivos militares y agentes de distintas corporaciones policiacas investigan desde la noche del martes diversos domicilios ubicados en fraccionamientos de la zona turística de Cancún.

También indagan otras casas localizadas en zonas populares del municipio de Benito Juárez, pues autoridades federales recibieron en horas recientes informes militares que refieren que asesinos a sueldo de capos de la droga fueron los que ejecutaron al general.

Los indicios que aportaron las primeras pesquisas refieren que quienes habrían sido los responsables de la tortura y efectuar el homicidio de Tello Quiñones son sicarios oriundos del sureste del país, que lo mismo han trabajado para el cártel de Juárez, del Golfo o de los hermanos Beltrán Leyva.

En tanto, hasta el cierre de esta edición la Procuraduría General de la República (PGR) estaba a la espera del desglose de hechos que tiene pendiente de mandar la Procuraduría de Quintana Roo por la probable comisión de delitos federales, por lo que aún no se había dado inicio a alguna averiguación previa en el Ministerio Público Federal, informaron fuentes de esa dependencia.

Presentaba 11 orificios de bala

Enrique Tello Quiñones, quien colaboraba como asesor de seguridad pública del edil de Cancún, Gregorio Sánchez Martínez, fue encontrado el pasado martes junto con el teniente de infantería Gertulio César Román y Juan Ramírez, sobrino del edil, en una camioneta en la carretera libre Cancún-Mérida. El general tenía 11 orificios de bala, el teniente 14 y el civil 12 disparos, según el reporte de las autoridades estatales.

Tello Quiñones es el militar de más alto rango que ha sido asesinado en la actual administración en el contexto de la lucha contra el narcotráfico. Hasta antes del general, quien desde el primero de enero se encontraba en situación de retiro, los militares con más alto rango que habían perdido la vida en acciones de combate contra el narcotráfico eran dos coroneles.

Ayer, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizó un homenaje al general.

A nombre del secretario de la Defensa, Guillermo Galván Galván, el contralor general del Ejército y Fuerza Aérea, general de división Jorge Juárez Loera encabezó el homenaje.

Tello Quiñones “se distinguió a lo largo de su trayectoria militar por su entereza y honorabilidad. Su valor y hacer valer su autoridad ante situaciones irregulares con su temple firme e inquebrantable ante los embates de las exigencias que día a día, se requieren en la defensa de la soberanía e independencia de la nación”, puntualizó el general Juárez Loera durante las honras fúnebres realizadas en la explanada principal del Cuartel Militar de Cancún.

El general entregó una bandera a Alicia González, viuda del militar ejecutado, quien entre sollozos dijo a los reporteros que sentía “mucho dolor” por la pérdida de su marido.

Los restos mortales del general fueron trasladados por la tarde a la ciudad de México en un vuelo comercial que partió del Aeropuerto Internacional de Cancún a las 14:45 horas.

Por la noche, el presidente Felipe Calderón realizó guardia de honor junto con el titular de la Sedena, Guillermo Galván; el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, y el procurador de la República, Eduardo Medina Mora, durante las exequias del general Tello Quiñones que se realizó en el velatorio de la Secretaría de Defensa.

Desde el mes pasado, el general había hecho ofertas de trabajo a policías capitalinos, ex agentes federales y ex militares, para que integraran el grupo especial antinarcóticos que estaba conformando para trabajar al servicio de la Secretaría de Seguridad Pública de Cancún.

Asimismo, la Sedena emitió un comunicado en el que destacó que durante su carrera el militar, Tello Quiñones ejerció “en forma notoria”, funciones de jefe de Estado Mayor de diferentes zonas y regiones militares y en el propio Estado Mayor de la dependencia.

El comunicado se emitió durante la noche pasada y en él se indica que “el ameritado general Tello Quiñones”, nació el 21 de noviembre de 1945 en Ciudad Guzmán, Jalisco, y causó alta en el Heroico Colegio Militar en 1962 “iniciando con ello una fructífera carrera militar”, ocupando diversos puestos en los cuales “se desempeñó de manera sobresaliente”.

Tras señalar que su última comisión fue la de director general de Infantería –antes de pasar a retiro en enero pasado por límite de edad–, la Sedena indicó que también realizó actividades docentes en su alma mater, además de que fue merecedor de diversas condecoraciones.

Representó también a nuestro país “en forma destacada” como agregado militar y aéreo a la embajada de México en España.

Pero el general también estuvo inmerso en la polémica durante su carrera como servidor público. En 1997, formó parte de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal como jefe operativo. En ese entonces y tras una incursión policiaca en la Colonia Buenos Aires donde murieron seis jóvenes, Tello Quiñones fue encarcelado, pero salió libre un año después tras obtener un amparo.

Con información de Mauricio Conde y Javier Chavez, corresponsales