■ Anuncia que promoverá más modificaciones estructurales
Empezará en 2009-10 la recuperación económica, sostiene el Presidente
La recuperación económica comenzará a finales de 2009 y desde luego en 2010, pronosticó el presidente Felipe Calderón, y anunció que impulsará más reformas estructurales, así como la profundización de las ya aprobadas para sacar mayor ventaja en esta etapa de oportunidades.
Advirtió que las políticas anticíclicas instrumentadas por su gobierno serán temporales y prometió que, una vez superada la crisis económica, protegerá “decididamente” el equilibrio de las finanzas públicas.
Al declararse convencido de que pronto vendrán mejores tiempos, llamó a los sectores sociales, gobierno y medios de comunicación a asumir el compromiso de trabajar con unidad, con responsabilidad y con veracidad en favor de una misma meta: el bienestar de los mexicanos.
En la inauguración del Centro de Excelencia American Express en el Tecnoparque, un complejo de edificios inteligentes ubicado en la delegación Azcapotzalco, Calderón aseguró: “No hay bonanza que dure para siempre como tampoco hay crisis económica que dure para siempre, se trata de fenómenos cíclicos como la economía misma.”
De hecho, puso plazo a la crisis económica y señaló que “a pesar de lo duro del momento que se vive en estos meses, seguramente (México) presentará un importante entorno de recuperación hacia finales de este año y, desde luego, hacia el 2010”.
Acompañado por los secretarios de Economía, Gerardo Ruiz, y de Turismo, Rodolfo Elizondo, aseguró que el gobierno “está bien consciente” de que después de las crisis y en la etapa de recuperación viene un periodo muy importante de oportunidades.
Desde la perspectiva de Calderón, después de la crisis las empresas se reconfigurarán, los proyectos de inversión se van a reorientar y focalizar hacia regiones y lugares que ofrezcan las mayores ventajas.
Por eso consideró que México debe estar “bien preparado” para poder captar esas oportunidades, y por esa misma razón su propósito es hacer más reformas estructurales y profundizar aún más las que se han realizado.
Puso a México como ejemplo de las pocas naciones en América Latina que en un entorno complejo realizan reformas “muy importantes” en el ámbito económico, como las del régimen de pensiones, la energética, la educativa y la de procuración de justicia.
Ante las críticas suscitadas por un posible sobrendeudamiento público, aclaró que las políticas anticíclicas instrumentadas por su gobierno son, por su naturaleza, temporales, y una vez que aminore esta coyuntura mundial, ofreció la “plena seguridad” de que protegerá decididamente el equilibrio de las finanzas públicas por ser un activo importante del país.
Afirmó que desde ahora está manejando de manera responsable la economía y eso se refleja en finanzas públicas sanas, un riesgo-país menor al de la mayoría de las economías latinoamericanas, bajas tasas de inflación y de interés, aun en un contexto tan complejo como el que se vive, así como en reservas internacionales sólidas.
Reiteró que México tiene todo para ser, como muchos pronostican, una de las cinco economías más grandes y más importantes del mundo en las próximas décadas.
Para superar la crisis económica que afecta a Estados Unidos y representa “grandes retos” para el país, demandó un compromiso renovado por parte de todos, desde luego del gobierno federal, pero también del sector productivo.
En su discurso, Calderón saludó a la ex comisionada para los pueblos indígenas Xóchitl Gálvez, una de las ingenieras del Tecnoparque. La funcionaria durante el gobierno de Vicente Fox defendió ante la prensa a su ex jefe –quien declaró haber encargado la oficina durante seis años para hacer campaña–, al decir que ella siempre acordó con el panista.