■ Uribe permite el regreso de Piedad Córdoba a las gestiones de mediación con los rebeldes
Hoy se reanuda el proceso de liberación de las FARC con la entrega de un ex gobernador
■ El gobierno colombiano no autoriza la presencia de civiles en la comitiva de la Cruz Roja
Ampliar la imagen Llegada de la senadora colombiana Piedad Córdoba a la rueda de prensa ayer en Villavicencio, Colombia, para anunciar la entrega del ex gobernador del departamento de Metá, Alan Jara, que este martes será liberado por las FARC Foto: Ap
Bogotá, 2 de febrero. La anunciada liberación del ex gobernador del departamento colombiano del Meta, Alan Jara, fue postergada para este martes debido a que el presidente Álvaro Uribe excluyó durante medio día a la senadora de oposición, Piedad Córdoba, de la comisión que recibirá al político durante una operación de entrega preparada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El proceso de liberación quedó en suspenso a la medianoche del domingo, cuando Uribe negó la validez de las denuncias hechas por la Comisión de Colombianos por la Paz, en el sentido de que aeronaves militares gubernamentales hostigaron a guerrilleros que el domingo liberaron en el sur del país a tres policías y un soldado.
Uribe revirtió su decisión al mediodía de este lunes por petición del Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional (CICR) y autorizó a Córdoba volver a las operaciones de liberación en el sur de Colombia, pactadas con las FARC después de un largo proceso de intercambios epistolares promovidos por Colombianos por la Paz desde mediados del año pasado, a iniciativa de la senadora.
El mandatario, que recibió antes de la medianoche a tres policías y un militar liberados el domingo en el departamento del Meta, rechazó que el ejército gubernamental haya sido responsable del retraso en la liberación de las cuatro personas –como denunció la comisión civil el domingo– y sostuvo que “el gobierno no puede permitir que el terrorismo siga haciendo fiesta con el dolor de los secuestrados y sus familias”.
Sin embargo, la Presidencia de Colombia emitió más tarde un comunicado en el que admitió que hubo vuelos de la fuerza aérea en la zona donde se realizó la liberación, pero dijo que los aviones militares se mantuvieron distantes y no llevaron a cabo acciones ofensivas. La comisión civil denunció además que soldados gubernamentales atacaron al comando guerrillero que entregó a las cuatro personas, pero Uribe no se refirió al hecho, que causó la muerte de un insurgente.
Para la liberación de Jara –cuyo rostro fue estampado en billetes de la lotería de Meta, a manera de celebración– y del ex diputado regional del departamento del Valle del Cauca, Sigifredo López, el gobierno de Uribe ofreció suspender todos los vuelos militares en la zona donde se prevé la entrega, que no fue dada a conocer públicamente.
Según el nuevo cronograma, la entrega de Jara tendrá lugar este martes y la de López el jueves, pero el gobierno no autorizó a más miembros de la comisión civil acompañar a los representantes del CICR, que se desplazan en naves oficiales brasileñas.
“Esta guerra se tiene que acabar. Sin disparar ni un tiro ni derramar una gota de sangre logramos que ellos (los liberados del domingo) regresaran”, afirmó Córdoba al comentar los acontecimientos y expresar su confianza en que la operación terminará con la liberación de Jara y López. La senadora, que ha participado en otras gestiones en favor de la paz, ha propuesto que las FARC desistan del secuestro como instrumento de presión.
Según fuentes gubernamentales, las FARC tienen en su poder a unas 700 personas, además de 22 rehenes que la organización guerrillera considera canjeables por insurgentes presos en cárceles de Colombia.
La liberación del domingo fue ensombrecida por la noche en la ciudad de Cali, donde un coche con 70 kilos de explosivos fue dirigido contra instalaciones de la policía local, con saldo de dos muertos –incluido el hombre que manejaba el vehículo– y 30 heridos. El gobierno atribuyó el ataque a las FARC.