■ Entre mil 500 y 2 mil años de antigüedad
Hallan tres tumbas de tiro intactas de la fase Comala
Colima, Col., 30 de enero. Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron un entierro con 18 osamentas humanas, metates y vasijas de barro pertenecientes a la fase Comala, cuya antigüedad fluctúa entre los mil 500 y dos mil años.
En conferencia de prensa realizada en el predio donde se hizo el hallazgo, ubicado entre los límites de los municipios de Colima y Coquimatlán, el director del Centro INAH Colima, Roberto Huerta Sanmiguel, informó que se descubrieron tres tumbas de tiro a un metro de profundidad, y que los arqueólogos continuarán con sus labores de excavación para determinar si existen más entierros a mayor profundidad.
La llamada “tradición de las tumbas de tiro” es considerada por los especialistas como una expresión cultural que identificó a gran parte del Occidente de México, desde Michoacán hasta Nayarit.
Colima se caracteriza porque en muchos de estos entierros se han encontrado perros cebados xoloizcuintles, vasijas y figurillas de barro de importante valor estilístico y utilitario
Dicha tradición se caracteriza porque en terrenos muy compactos y de gran solidez, como los de tepetate, los antiguos habitantes de la región excavaron tumbas profundas con tiros de sección rectangular o circular, en cuyo fondo y mediante túneles de comunicación construyeron cámaras funerarias donde depositaban los cuerpos de los muertos acompañados de ricas ofrendas. Estas tumbas emulan el vientre materno; su finalidad, recrear la vida de quienes eran depositados allí, para que de este modo su alma emprendiera sin contratiempos su largo viaje al reino de los muertos.
Sobreviven a la modernidad y el saqueo
Huerta Sanmiguel explicó que la fase Comala se ubica en el periodo 100 aC y 700 dC, y que es la más rica en piezas de gran belleza.
Agregó que las vasijas encontradas en el predio contienen tierra que será analizada por expertos para determinar la dieta de los antiguos colimenses, pues dichas vasijas debieron contener alimentos cuando fueron depositadas en las tumbas.
Refirió que las tumbas estaban intactas y lograron subsistir al saqueo y a la modernidad, pues dicho predio no contaba con ninguna edificación. El paso siguiente será rescatar las osamentas, todas de adultos, así como las vasijas, los metates y la tierra, para su análisis y liberar el predio, ya que sus propietarios pretenden construir un establecimiento comercial.