■ México quiere organizar un tercer Mundial para 2018 o 2022, anunció Decio de María

Pese a las críticas, Eriksson nunca ha pensado en renunciar

■ El técnico nacional tiene dudas y hasta el domingo dará a conocer la lista de convocados para enfrentar a Estados Unidos

■ Estará pendiente de Rafael Márquez, Omar Bravo y Nery Castillo

Marlene Santos Alejo

A 12 días de debutar en el hexagonal final de la Concacaf ante Estados Unidos –el verdugo del Tricolor en la reciente década–, el técnico de la selección mexicana Sven-Goran Eriksson alberga tantas interrogantes, que debió posponer la entrega de su lista de convocados y pidió ayuda a la prensa para encontrar delanteros rápidos.

Sin embargo, lo más claro en la mente del entrenador es que no piensa renunciar: “¡No, nunca!... No me arrepiento nada de haber venido a México”.

En medio de un panorama de reprobación y disgusto del público por el mal paso del conjunto nacional, Eriksson pidió a los aficionados ser “un poco más positivos”.

En tanto, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) no tuvo empacho en enviar su solicitud para ser considerada aspirante a organizar un tercer Mundial, ya sea el de 2018 o 2022, informó el secretario general, Decio de María.

El técnico sueco acudió a la rueda de prensa realizada en el Centro de Alto Rendimiento y de inmediato confesó: “Tenemos muchos puntos interrogantes: saber si Rafa Márquez juega o no el fin de semana; si (Omar) Bravo y Nery Castillo alinean mañana... Voy a ir a Monterrey para ver si Aarón Galindo está bien... Hay ciertas dudas en torno a Leandro, Dueñas; por ese motivo daré la lista hasta el domingo en la tarde”.

Con presteza Eriksson desdeñó panoramas derrotistas: “nunca antes de un juego pienso en perder. Estoy convencido de que México jugará bien en el Mundial”. No obstante, sabe que su continuidad es algo incierto. “No nací ayer, sé perfectamente que hay presión” e indicó que el Tri está desarrollando un estilo propio, aunque los resultados por el momento no son positivos.

Empero, subrayó que en el cuerpo técnico “estamos ciertos de cambiar esto y de jugar la Copa del Mundo. Los aficionados tienen que ser más optimistas”, reiteró, y rehusó calificar el actual como uno de sus peores momentos como estratega, aunque también lanzó una velada crítica al anotar: “(En México) tenemos más xenofobia que lesionados”.

De cara al compromiso frente al equipo de las barras y las estrellas, el timonel prometió: “vamos a hacerle la vida lo más difícil posible a Estados Unidos”.

De inmediato se le preguntó cómo vencer al equipo que ha impuesto condiciones durante más de 10 años, y Eriksson respondió: “con motivación”.

Sin embargo, la realidad le ha demostrado que “no tenemos una montaña de delanteros con velocidad... Si usted los encuentra, por favor, llámeme”, solicitó.

El director de selecciones nacionales, Guillermo Cantú, informó que el lunes se concentrarán los jugadores y el sábado 7 de febrero viajarán a Columbus para entrenar y aclimatarse, una vez que les confirmaron que dispondrán de una cancha para entrenar.

Nuestro país organizó los mundiales de 1970 y 1986, y De María Serrano indicó: “México alza la mano y quiere participar para organizar una tercera Copa del Mundo. Esta mañana el presidente de la federación, Justino Compeán, envió la notificación y queremos entrar en ese proceso de selección para organizarlo”.

Agregó que uno de los puntos fuertes será la infraestructura que quede tras realizar el Mundial Sub-17 en 2011, así como el entusiasmo de su afición.