Barack Obama: desastre en curso para las familias
El presidente Barack Obama calificó la caída de la economía de “desastre en curso” para las familias estadunidenses.
En declaraciones en la Casa Blanca, dijo que la Cámara de Representantes actuó con la premura debida al aprobar el miércoles su plan, y espera “fortalecerlo aún más en el Senado”, ante la posibilidad de que lo apoye algún legislador republicano. En la cámara baja la bancada republicana se opuso en bloque.
La recesión se profundiza y la urgencia por contrarrestar esta crisis va en aumento, dijo Obama el viernes.
Sus comentarios coincidieron con la difusión el viernes de un informe del Departamento de Comercio según el cual la economía registró una contracción de 3.8 por ciento al final de 2008, la mayor en un cuarto de siglo, a medida que la recesión obligó a consumidores y empresas a reducir los gastos.
El informe indicó que la tasa de contracción en octubre-diciembre superó con creces la del 0.5 por ciento registrada en el trimestre anterior.
Medidas urgentes
El mandatario dijo a un grupo reunido en la Casa Blanca que el gobierno no puede demorar mucho más la adopción de medidas.
Obama utilizó además la ocasión para anunciar oficialmente la formación de una comisión que estudiará la problemática de la clase media, designando como presidente de la misma al vicepresidente Joe Biden.
En otra medida de aquiescencia al mundo sindical, el mandatario firmó tres decretos ejecutivos para derogar la política de su predecesor en materia laboral que según los gremios favorecía a los patronos frente a los trabajadores.
Los decretos requieren que las empresas con contratos federales ofrezcan empleos a sus trabajadores en plantilla cuando cambien esas empresas, y derogó la normativa del presidente George W. Bush que requería a las empresas con contratos federales anunciar que los obreros podían limitar sus contribuciones a los gremios con representación exclusiva en la negociación de contratos laborales.
Impedirá además que las empresas con contratos federales sean reembolsadas por gastos destinados a influenciar si se sindicalizan sus empleados.