Los de Abajo
Los caciques en el estado de Morelos, territorio de Emiliano Zapata, actúan con total impunidad en contra de los intereses de los ejidatarios de la entidad.
Hoy, como hace 100 años, continúan encontrándose con la resistencia de unos pueblos que, aunque agredidos, siguen defendiendo lo que les pertenece. Es el caso de los ejidatarios de Temimilcingo, Tlaltizapán, donde el Bloque Popular Revolucionario reporta que el cacique Roque Pacheco decidió, “en presencia de sus esbirros (policías Municipal y Ministerial), colocar un portón y postes de concreto en un camino de propiedad ejidal, por el que se transporta arena de una mina ajena al cacique”. El sitio Periodistas en línea reporta que “vecinos de las comunidades de Temimilcingo y Acamilpa fueron amagados por un comando de encapuchados armados, quienes abrieron fuego contra ejidatarios que se encontraban trabajando en la zona”.
La agresión, señalan, fue repelida con ondas por los pobladores, quienes interrumpieron sus labores para defender su territorio. En unos minutos “sonaron las campanas y se reunieron alrededor de 100 personas de los poblados de Acamilpa y Pueblo Nuevo para manifestarse contra la tibia reacción de la presidencia municipal ante el conflicto que mantienen ambas poblaciones con empresarios areneros, quienes desde hace décadas han averiado los caminos y las casas sin aportar ningún beneficio a la población”.
Los ejidatarios acusan al cacique Roque Pacheco de “violar acuerdos con poblados afectados por el paso de camiones de tonelaje no autorizado”, con quienes se había comprometido a reparar los daños causados. Los areneros adaptaron un camino alterno para tener salida de las minas de arena de Acamilpa y Temimilcingo rumbo a Tlaltizapán y posteriormente a la carretera a Cuautla.
Periodistas en línea reporta que Valente Morales García, vecino de Acamilpa, advirtió que desde hace tiempo el ayuntamiento anunció un acuerdo con el empresario, quien se comprometió finalmente a rehabilitar los espacios que resulten averiados por sus camiones, pero nunca cumplió y se volvió a cerrar este paso.
La defensa del ejido está a cargo en estos momentos del pueblo de Temimilcingo, ejidatarios de Acamilpa y acompañantes de La otra campaña, quienes solicitan “estar atentos para cualquier cosa que pueda suceder”.