■ El poeta recibió la medalla de oro de Bellas Artes en el contexto de su cumpleaños 85
Ramón Xirau, presencia irremplazable en la cultura de México, dijo JEP
■ Somos afortunados de celebrar a un “trasterrado” que llegó hace siete décadas: De la Fuente
■ Es un hombre libro, habitante de los universos de la amistad y la lectura, subrayó Espinasa
Ampliar la imagen El maestro Ramón Xirau, antenoche, al recibir la presea del Instituto Nacional de Bellas Artes en la sala Manuel M. Ponce Foto: Carlos Cisneros
La actividad cultural en México, entre 1955 y 2009, no se puede imaginar sin la presencia irremplazable de Ramón Xirau, afirmó el escritor José Emilio Pacheco (JEP) durante su participación en el homenaje que se rindió a su colega y mentor la noche del martes en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Durante el encuentro, el autor del clásico libro Introducción a la historia de la filosofía recibió la medalla de oro de Bellas Artes en reconocimiento a su trayectoria literaria y humanística, en el contexto de su cumpleaños número 85.
Un video donde el poeta recordó su infancia en su natal Cataluña dio inicio a la velada, que Xirau solicitó llamar “celebración entre amigos” en lugar de homenaje, “una palabra muy abstracta que no me gusta”, argumentó.
El también filósofo nació en Barcelona el 20 de enero de 1924. De niño, acompañado por su familia, visitaba con frecuencia el pueblo de Cadaqués, donde conoció al pintor Salvador Dalí. Tenía 15 años cuando, debido a la Guerra Civil, se trasladó a México. Primero llegó a Nueva York, de donde viajó por carretera a la capital que lo adoptó.
“Los años 40 en la ciudad de México son inconcebibles sin el exilio español”, continuó el poeta José Emilio Pacheco, quien recordó que fue Xirau quien le hizo descubrir la obra de José Gorostiza, Xavier Villaurrutia y Octavio Paz: “me reveló al mismo tiempo la poesía mexicana y la manera de apreciarla”.
Asilo al espíritu de un pueblo
En su turno, Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), agradeció la aportación a la cultura mexicana de los exiliados españoles, “trasterrados, diría José Gaos”, apuntó.
Los intelectuales que acogió el país gracias al asilo que les brindó el presidente Lázaro Cárdenas, continuó, “sobresalen con vigor los que incidieron radicalmente en lo que es ahora México en su pensamiento, lo configuraron desde las revistas y los libros, desde los laboratorios y las aulas en la Universidad, en El Colegio de México y en otras instituciones a las que dieron un renovado impulso intelectual.
“Más que darle asilo a los catalanes, México dio asilo al espíritu de un pueblo, porque eso y no otra cosa es la literatura. Por eso somos afortunados al celebrar a uno de esos trasterrados, cuyo trabajo riguroso y mente lúcida no han parado desde que llegó a México hace 70 años.
“Ramón disfruta sobremanera su poesía, por eso resulta difícil no disfrutarla, en español y catalán. Lo que a mí más me atrae de Xirau el intelectual y el humanista es la manera en que ha internalizado su capacidad dialogante: dialoga con sus amigos, con sus alumnos, y lo haría con sus adversarios si los hubiera.
“Convierte el diálogo en un instrumento de la razón, pero también de la introspección y el análisis.”
La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Teresa Franco, ofreció una disculpa a nombre de Sergio Vela, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), por la ausencia del funcionario, debida “a otros compromisos”, en el homenaje a uno de los más destacados intelectuales del país.
En cambio, asistió el ex titular del CNCA Rafael Tovar y de Teresa, quien describió la obra filosófica de Xirau como un faro en mar revuelto: “vivimos una crisis sin precedente que podrá implicar cambios de paradigmas. ¿Qué debemos pensar?, ¿de qué creencias nos debemos asir?, ¿cómo no perder la confianza y entender que son sucesos que ocurren con periodicidad en la historia del hombre?
“La respuesta la dan los valores permanentes que encarna el humanismo, y es precisamente en estos momentos que hombres como Xirau cobran su pleno valor, porque no sólo dejan su enseñanza en el mundo académico, sino que son voces que se oyen porque nos recuerdan por qué vivir y en qué creer. Xirau es uno de esos hombres faros en la oscuridad que empieza a envolver nuestra época.”
Para el editor José María Espinasa el poeta catalán es “un hombre libro, de ésos que habitan a la vez el universo de la amistad y el de la lectura, se vuelve un ángel benigno que nos acompaña siempre”.
En el homenaje también estuvieron presentes Federico Reyes Heroles y la coordinadora nacional de Literatura, Enzia Verduchi.