■ Su puesta en marcha reducirá el impacto de la crisis en el DF, dice
Destaca Delgado ante Coparmex las acciones para paliar la recesión
El Gobierno del Distrito Federal está “haciendo todo lo que está en sus manos para minimizar el efecto de la desaceleración”, orientando el gasto público a obras de infraestructura, generación de empleos e impulso a la actividad económica, afirmó el secretario de Finanzas, Mario Delgado Carrillo.
En una reunión con integrantes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex-DF) reconoció que “ni las medidas planteadas por (Barack) Obama son suficientes para enfrentar una crisis global, estructural, pues no estamos aislados y no depende totalmente de nosotros, a lo que se suma una fuerte presión del tipo de cambio. Así que cada vez tenemos menos espacio para actuar”.
De ahí la decisión de aplicar un plan anticrisis que incluye devolver 50 por ciento del impuesto sobre nómina a las microempresas; simplificar trámites; cobrar mejor los impuestos, pues “teníamos un hoyo en predial, y no aumentarlos”; gastar mejor el dinero y ampliar el programa del Seguro de Desempleo.
Su puesta en marcha reducirá el impacto de la crisis en el Distrito Federal respecto de otras entidades del país, donde su economía está más vinculada a la manufactura de exportación, por lo cual también estamos en pláticas con las autoridades federales en torno a los programas que podrían realizarse con los recursos de los fondos federales.
“La ventaja es que nosotros sí tenemos proyectos como el tranvía y las supervías Reforma y del Poniente, cuya construcción en este momento es difícil, pero vamos a seguir intentándolo”, dijo, tras reconocer que el anuncio de una desaceleración de 0.8 a 1.8 por ciento del producto interno bruto (PIB) “nos pone en alerta, pues en 1995 cayó la recaudación de todos los impuestos y derechos 20 por ciento, lo cual no ha sucedido, pero estamos siendo muy cautelosos”.
Así que no hay posibilidades de generar un programa de apoyo a la mediana empresa, como lo solicitó en la reunión el presidente de la Coparmex, Juan de Dios Barba, quien denunció una “ola” de clausuras de micronegocios, que suman mil 300 de julio a enero, concentrándose en las delegaciones Miguel Hidalgo, Cuajimalpa y Cuauhtémoc, con 500, y “han echado a la calle a 4 mil 500 personas, con miras a recaudar dinero para el proceso electoral venidero”.
La falta de seguridad jurídica y pública provocó que en ese mismo lapso inversiones por 2 mil 800 millones de pesos se difirieran, grandes empresarios migraran a Miami y Canadá, 12 mil empresas cerraran y 75 mil personas fueran despedidas, a las cuales se sumarán 30 mil en el primer trimestre, ante una caída en las ventas de sectores como ropa, calzado, electrodomésticos y electrónicos, aun cuando los de alimentos, medicinas, bebidas alcohólicas y tabaco siguen creciendo, señaló.
Por ello la necesidad de crear mejores condiciones de competitividad de los negocios, que pasa por la simplificación administrativa, y cambios en los programas de desarrollo para que se permitan en zonas residenciales los micronegocios, pues las medidas impulsadas por las autoridades capitalinas son buenas, pero no suficientes, cuando “son cientos los trámites para abrir un establecimiento, y no contamos con una adecuada seguridad pública y una eficiente procuración de justicia, cuya ausencia nos obliga a retroceder, como ha sucedido en los últimos años”.