■ Con las nuevas redes de arrastre baja de modo significativo el consumo de diesel, asegura
Solución al paro de pescadores en esta semana, vaticina el titular de Conapesca
■ El arreglo depende de la respuesta de Hacienda a la demanda de reducir el precio del combustible
Con el uso de nuevas redes de arrastre, la flota camaronera puede reducir de forma significativa sus costos de producción, ya que aminoran hasta en 60 por ciento el consumo de diesel –el cual representa 40 por ciento del gasto– y eliminan entre 30 y 60 por ciento de la captura incidental de otras especies, sostuvo el titular de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), Ramón Corral Ávila.
En la presentación de la evaluación final de la primera etapa del proyecto Reducción de las repercusiones ambientales de la pesca tropical de camarón de arrastre (REBYC, por sus siglas en inglés), que financió el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés), Corral Ávila comentó que esta semana podría resolverse el paro pesquero que sostienen productores en cinco estados, pero eso depende de la respuesta que dé mañana la Secretaría de Hacienda a su demanda de reducción del precio del diesel.
“Estoy con la esperanza y casi con la seguridad de que este problema concluirá porque los pescadores están listos y dispuestos a salir a aprovechar las capturas que restan de la actual temporada, que concluye en marzo; los que han estado pescando han capturado buenos volúmenes de buen tamaño, y eso presiona a los que están en paro.”
–¿En cuánto estima las pérdidas para los pescadores por el paro? Ellos calculan que llegan a mil millones de pesos.
–No tengo cálculos de pérdidas, pero creo que pueden recuperarse en el tiempo y con las capturas. Hay que recordar que los que están en paro, que son una buena cantidad, al momento de salir tienen la posibilidad de recuperarse, y en caso de pérdida están los 120 millones de pesos que Conapesca pone a disposición para mantenimiento y avituallamiento de la flota y resarcir el tiempo que han dejado de trabajar. Para conocer la pérdida hay que hacer un estudio.
Antes, el director del Instituto Nacional de Pesca (INP), Miguel Cisneros, y sus colaboradores puntualizaron que el proyecto REBYC –que se inició en 2002– contó con un financiamiento de 9.5 millones de dólares, de los cuales el GEF aportó 52 por ciento; el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, dos; la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), 11, y 35 por ciento los 12 países y agencias participantes.
En el país, abundó, se experimentó con “gran diversidad de dispositivos para la exclusión de fauna de acompañamiento de camarón, en busca de reducir los impactos negativos del sistema de captura, mantener el rendimiento económico de la actividad y, en la medida de lo posible, reducir los costos de operación”.
Durante dicho lapso de investigación se desarrollaron tres prototipos de sistema de pesca de arrastre de camarón para el alto Golfo de California, la boca del Golfo de California y el Golfo de Tehuantepec, con los cuales la captura incidental se reduce entre 30 y 60 por ciento, dependiendo de la región, y se logró disminuir entre 20 y 60 por ciento en el uso de diesel.
“Bien utilizados los excluidores, no hay pérdida en la captura de camarón y el impacto en el fondo marino es mínimo”, sostuvo.
La tecnología, precisó, resuelve una parte del problema, pero no lo es todo; por eso es necesario trabajar con los pescadores y las organizaciones no gubernamentales, y en este caso participó el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Informó que la segunda parte del proyecto incluye el desarrollo de una tecnología para la pesca de camarón en el Golfo de México y continuar con la capacitación en el uso de las redes prototipos entre el personal de la flota camaronera del Pacífico.
Luis Carlos Romo, subsecretario de Pesca del gobierno de Sinaloa, comentó que el año pasado, con el programa de apoyos productivos, se respaldó a un centenar de pescadores para el cambio de las redes de arrastre.
Este año el objetivo es que los barcos camaroneros de la entidad adopten el nuevo sistema.