■ La protesta, por el traslado de tres internos a otra área del Centro de Readaptación
Motín en el tutelar de San Fernando deja como saldo 10 menores heridos
■ Afuera, padres de familia forcejean con granaderos al querer conocer la situación
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Pese a que el secretario de Gobierno capitalino, José Ángel Ávila, informó durante la tarde de ayer que no se habían registrado heridos graves durante el motín, la constante entrada y salida de ambulancias del Centro de Readaptación para Menores Infractores provocó que familiares de los internos exigieran más información de lo que ocurría dentro, lo que provocó enfrentamientos con elementos policiacos
Foto: Jesús Villaseca
El traslado de tres menores a otra área del Centro de Readaptación para Menores Infractores de San Fernando derivó en un motín que dejó como saldo 10 jóvenes heridos por golpes, según informó el secretario de Gobierno del DF, José Ángel Ávila.
Los disturbios en el tutelar de San Fernando empezaron alrededor de las tres de la tarde, cuando algunos muchachos comenzaron a protestar en el patio quemando colchones, ya que tres de ellos, al parecer presuntos líderes del área en que estaban recluidos, fueron enviados del patio número uno al dos.
Inmediatamente, padres de familia que se encontraban en el área administrativa y parte del personal empezaron a ser desalojados, ya que los jóvenes subieron a las azoteas con palos y cubiertos con paliacates para extender sus protestas.
Al lugar llegaron alrededor de 100 elementos del cuerpo de granaderos y de Fuerza de Tarea de la policía capitalina, así como bomberos y ambulancias para tratar de controlar la situación.
También llegó el jefe de la policía capitalina, Manuel Mondragón, para acordar las acciones frente al motín.
Cabe recordar que desde octubre del año pasado el Gobierno del Distrito Federal recibió la administración de los tutelares para menores, que anteriormente estaban bajo la responsabilidad de las autoridades federales.
El descontrol e incertidumbre sobre lo que estaba pasando hizo que padres de familia se empezaran a juntar en la puerta uno del Centro para preguntar por sus hijos.
Las puertas del tutelar se abrieron para que los granaderos y los bomberos ingresaran y controlaran la situación. Asimismo, varias ambulancias del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas trasladaron a varios menores heridos. No obstante, se informó que sólo un menor de edad requirió ser trasladado para evaluación médica.
Poco antes de las seis de la tarde, el secretario de Gobierno capitalino dio a conocer que el motín había sido controlado y que la intervención directa de los granaderos no fue necesaria. Sin embargo, aún se observaba a por lo menos una docena de jóvenes en los techos del Centro.
Los familiares de los menores infractores empezaron a forcejear con los elementos de seguridad que resguardaban las instalaciones para exigir que se les permitiera entrar a verlos.
Las protestas por los malos tratos y las pésimas condiciones del internamiento se mezclaban con las preguntas sobre el número de lesionados o si alguno de ellos estaba grave o había muerto durante el motín.
“Todo está bajo control, no tenemos lesionados, se trató simplemente de una manifestación de rechazo hacia algunas medidas que adoptó el responsable del lugar, y eso provocó la molestia de algunos jóvenes, no de todos”, argumentó José Angel Ávila.
El funcionario informó que actualmente el centro tiene una población de 345 menores, pero que sólo alrededor de 110 jóvenes que se encuentran en el dormitorio uno generaron todo el conflicto.
La zona quedó resguardada por granaderos y elementos de la policía capitalina. Por la noche fue recibida una comisión de padres de familia para que constataran el estado de salud de los internos.