■ Ebrard inició entrega de vales de despensa
La crisis “afecta ya a la mayoría de capitalinos”
Ampliar la imagen El Gobierno del Distrito Federal inició ayer la entrega de 650 mil vales de despensa a familias que consumen leche Liconsa, que podrán ser canjeados por productos alimenticios en centros comerciales Foto: Roberto García Ortiz
Tras advertir que la crisis económica que enfrenta el país ya afecta a la mayor parte de la población de la capital, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, señaló que durante el presente año será prioridad para su administración apoyar con alimentos y medicinas a la población más vulnerable, así como hacer crecer los programas sociales.
Al dar inicio a la entrega de 650 mil vales de despensa a consumidores de leche Liconsa, el mandatario capitalino dijo que este programa, que concluirá el 14 de febrero, irá de la mano de otras acciones como la operación de comedores populares en más de 300 unidades territoriales, “donde existe mucha necesidad”.
Otra medida para paliar la crisis económica será entregar medicamentos a la población, ya que estos productos resultan en la actualidad muy caros, por lo que el gobierno organizará brigadas, que tocarán puerta por puerta, “para ver qué es lo que se necesita para que a nadie le falten alimentos ni medicinas”, apuntó el gobernante.
Este año los programas sociales tendrán que crecer, sólo la pensión alimentaria para adultos mayores llegará a 500 mil beneficiarios, en tanto que el programa de becas para jóvenes respaldará a 230 mil estudiantes, y se apoyará a 70 mil discapacitados y 20 mil jefas de familias altamente vulnerables, agregó Ebrard.
En la colonia Obrera, donde la mañana de ayer comenzó la entrega de los vales de despensa, dijo que debido a la crisis, este año “tenemos un efecto muy grande en la mayor parte de la población de la ciudad de México, por consiguiente, el gobierno tendrá que hacer un esfuerzo muy grande”.
Lo primero fue instrumentar un programa de austeridad para reducir los salarios de los funcionarios, a fin de evitar gastos innecesarios como podrían ser en automóviles, fotocopias, etcétera, y de esta forma “ahorrar 700 millones de pesos al mes” con el fin de destinar esos recursos a nuevos programas de apoyo social, apuntó.
El titular del Ejecutivo local dijo que los gobiernos se deben evaluar por los hechos que realizan , así como por sus principales compromisos, “para nosotros la causa principal es cambiar la desigualdad que hay en México, por eso invertimos en educación, salud, alimentación y protección a los más vulnerables”, indicó.
En su oportunidad, el secretario de Desarrollo Social, Martí Batres, señaló que los vales de despensa o bonos alimenticios para apoyar a las familias durante la cuesta de enero, equivalen a 300 pesos que se pueden cambiar por alimentos en diversas tiendas de autoservicio.
El programa cuenta con un presupuesto de 165 millones de pesos, explicó el funcionario, quien no descartó una segunda entrega de este bono a mitad del año.
Añadió que además de las acciones de carácter alimenticio el gobierno capitalino explora otras alternativas alimentarias que tienen que ver con la comercialización y el acercamiento de alimentos económicos a las familias.
Batres destacó que “la crisis no es un asunto que este lejos, que esté en Wall Street, que esté en la bolsa de valores, la crisis está en la casa de cada familia en su mesa, en su hogar, en su bolsillo, eso significa sacrificios, aumento en el precio de los alimentos, ya que la canasta básica costaba poco más de 800 pesos hace un año y ahora cuesta más de mil 400 pesos”.