■ Nombra a Todd Stern enviado especial para negociar asuntos climáticos mundiales

Ordena Obama un giro drástico en la política ambiental estadunidense

■ Reitera su interés en revertir la dependencia de EU del petróleo extranjero

■ Apremia al Congreso a aprobar su plan de estímulo económico

■ Se perderán más de 45 mil empleos en los próximos días

David Brooks (Corresponsal)

Nueva York, 26 de enero. Con anuncios de decenas de miles de despidos más, el presidente Barack Obama subrayó de nuevo la urgencia de enfrentar la crisis económica que heredó de George W. Bush, pero también revirtió políticas de su antecesor, esta vez en el rubro del medio ambiente.

Al marcar el fin de ocho años de maniobras del gobierno de Bush para descarrilar y obstaculizar iniciativas sobre el calentamiento global, hoy se nombró a un enviado especial para asuntos climáticos y se abrió la puerta para permitir que los estados impongan nuevas regulaciones sobre emisiones.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, tras declarar que “no hay carencia de pruebas de que nuestro mundo enfrenta una crisis climática”, nombró a Todd Stern enviado especial sobre el cambio climático, quien ahora representará a Estados Unidos en las negociaciones internacionales para abordar este tema.

Stern fue negociador internacional en asuntos ambientales durante la presidencia de Bill Clinton, incluido el Protocolo de Kyoto, abandonado después por Bush. Hoy, al ser nombrado, Stern afirmó que “nace un nuevo día en la manera en que Estados Unidos abordará el cambio climático y la energía limpia”. Agregó que “los tiempos de negar, demorar y disputar se acabaron. Ha llegado el momento de que Estados Unidos asuma su lugar correcto en la mesa de negociaciones”.

A la vez, Obama ordenó a su Agencia de Protección Ambiental (EPA) reevaluar si a varios estados, incluido California, se les debe permitir implementar normas más restrictivas para emisiones de carbono de automóviles para reducir su impacto ambiental, algo que el gobierno de Bush frenó. Junto a ello, Obama ordenó la elaboración de nuevos lineamientos para elevar la eficiencia de combustible para la industria automotriz.

Todo esto también dejó claro que se marca el fin de la política de Bush, ante el mundo, de evadir o hasta ignorar los esfuerzos internacionales para intentar limitar la emisión de gases y abordar de frente el gran desafío ambiental mundial.

“Será la política de mi gobierno revertir nuestra dependencia sobre el petróleo extranjero mientras se construye una nueva política económica de energía que creará millones de empleos”, afirmó hoy el presidente Obama, al vincular la política económica con la ambiental. “Por el bien de nuestra seguridad, de nuestra economía y de nuestro planeta, debemos tener la valentía y el compromiso de cambiar” en torno al medio ambiente.

Pero la economía inevitablemente permanece en el centro de todo, y los otros temas abordados en los primeros días del nuevo gobierno han tenido que ser de alguna manera ligados a esta crisis. Hoy la economía continuó superando pronósticos pesimistas con anuncios de más de 45 mil empleos que se esfumarán sólo en este país.

Caterpillar, fabricante de maquinaria de construcción y minería, anunció su plan de eliminar 20 mil empleos; la telefónica Sprint/Nextel 8 mil; otros 7 mil en las tiendas de remodelación de hogares Home Depot, más otros 8 mil empleos perdidos de la esperada fusión entre las farmacéuticas Pfizer y Wyeth; General Motors anunció más reducciones en sus operaciones, lo que afectará por lo menos a otros 2 mil trabajadores. Éstos se agregan a los más de 2.5 millones de empleos que desaparecieron a lo largo de 2008.

Obama continuó la promoción de su paquete de estímulo económico de 825 mil millones de dólares, citando los anuncios de hoy para subrayar la urgencia de aprobar lo que es una combinación de medidas de reducción de impuestos, apoyo a programas de desempleo y salud y fondos para proyectos de infraestructura pública y promoción de empleos llamados “verdes”.

“No son sólo números en una página. Como los millones de empleos perdidos en 2008, son hombres y mujeres trabajadores cuyas familias han sido afectadas y cuyos sueños han sido congelados. Les debemos a cada uno de ellos y a cada estadunidense actuar con un sentido de urgencia y propósito común. No podemos aguantar distracciones ni demoras”.

Según algunos economistas, es posible que la economía esté perdiendo hasta 600 mil empleos cada mes, y anuncios como los de hoy ofrecen razones para creer que esto no ha tocado fondo, reportó el New York Times. Los pronósticos de una amplia gama de expertos es que la tasa de desempleo podría llegar a dos dígitos este año. Por otro lado, la crisis financiera que detonó todo este desastre no está bajo control con cientos de bancos, incluidos gigantescos como Citigroup y Bank of America, seguramente requiriendo aún más apoyo del tesoro público.

La intervención estatal en la economía ha provocado el rechazo de conservadores, mientras que nadie puede asegurar que el plan de Obama logre rescatar la situación. Pero tampoco hay una alternativa sobre la mesa. Al parecer, ni el libre mercado ni el gobierno han logrado rescatar este sistema.

Pero por lo menos existe la posibilidad de que el planeta cuente con un poco de ayuda, ya que el nuevo gobierno ha hecho algo hoy que cambia todo respecto de su antecesor: reconoce que hay un problema.