Astillero
■ La torpedad del Dedo
■ Los Pinos: actuar farragoso
■ Candidaturas entrampadas
Ampliar la imagen HOMENAJE EN MADRID A AMALIA SOLÓRZANO . Cuauhtémoc Cárdenas y el embajador en España, Jorge Zermeño, durante el homenaje póstumo a Amalia Solórzano en el Ateneo de Madrid Foto: Notimex
La política digital nomás no se le da al grupo de amigos que actualmente hace picnic en Los Pinos. Por más que han pretendido ejecutar la vieja suerte electoral del dedazo (otra de las fórmulas del priísmo clásico que la actual administración federal desearía dominar), esos buenos muchachos vestidos de azul y blanco están batallando para sacar adelante los candidatos deseados, incapaces como son de controlar las fuerzas del partido, teóricamente encargado al retorcido Germancito, y torpedeados por una conjunción de intereses entre los que destacan la alianza Chente-Espino y la reticencia activa de un panismo que de pronto se enteró de que las principales candidaturas, sobre todo a gobernador, serían dictadas por Felipe el Católico y su corte políticamente liliputiense (término éste que no se refiere a preferencias sexuales algunas, sino al tamaño de los habitantes de un sitio imaginado por J. Swift en Los viajes de Gulliver).
El caso más doloroso para los aprendices de brujo priísta se ha dado en Campeche, donde todo estaba listo el sábado recién pasado para que se cumpliera la primera parte de la Operación en el Nombre del Hijo, con la que de un solo golpe (madruguete, se decía en el argot tricolor) se pretendía iniciar el proceso de entrega del control del sureño estado a un ciudadano español, Carlos Mouriño Atanes, quien según lo publicado en un diario local pro panista habría incluso de pronunciar un discurso en el acto panista de destape (¡oh, priísmo ahora avergonzado de tus propias prácticas antes exitosas, ve nomás dónde viniste a mal resucitar!) para así nombrar caballero electoralmente heredero del “legado mouriñista” al amigo Mario Ávila Lizárraga (MAL), delegado de la Sedesol (siglas de la Secretaría de Desarrollo Olectoral). Contra esa Encomienda se levantó una parte del panismo de Ciudad del Carmen que originalmente mantuvo oposición y resistencia al avasallamiento que en su momento desplegó Juan Camilo Mouriño. Ahora, ante la pretensión de convertir a Campeche en nuevo beneficio hispano-mexicano, una corriente blanquiazul, con el diputado Jorge Nordhausen al frente, esgrimió argumentos estatutarios y consiguió que se frenara el destape sabatino mouriñista y se convocara a una consulta a los panistas campechanos que se realizará el 15 de marzo. Contra el gallo de Carlos Mouriño es probable que vaya un piloto de marina mercante que acaba de cumplir 63 años y, luego de ser priísta, en 2000 pasó al PAN, donde ha sido presidente de Ciudad del Carmen, diputado federal y, actualmente, senador que preside la comisión de Marina. El apellido de este probable adversario del mouriñismo felipista es, irónicamente, Calderón: Sebastián Calderón Centeno.
En Nuevo León tampoco ha podido el Dedo de Felipe imponer a Fernando Elizondo Barragán como aspirante a la gubernatura, ni siquiera porque semanas atrás había pedido a otro de los aspirantes, Fernando Margáin (según lo publicado en Reporte Índigo), que de- sistiera de enfrentarse al Favorito y aceptara irse de embajador a Francia. Elizondo es senador con licencia y ha sido gobernador sustituto de Nuevo León y secretario de Energía luego que Fox empujó a Calderón a renunciar a este cargo. Su esposa, Verónica Ortiz, fue directora general de la Fundación Vamos México. Contra el deseo felipista de hacer candidato a Elizondo se han levantado algunos panistas distinguidos que, además, censuran la pretensión centralista de utilizar al Panal como coartada para, al ir en coalición con el partido gordillista, eludir las obligaciones de hacer elecciones internas en el panismo y acogerse a la posibilidad jurídica de designar al candidato a gobernador. A pesar de que se ha desatado una vigorosa campaña contra el alcalde de Monterrey, Adalberto Madero, mejor conocido como Maderito, por presuntos actos de corrupción, este peculiar personaje mantiene interés en buscar la candidatura panista, mientras Margáin analiza las posibilidades de aceptar el nombramiento diplomático de elite que Calderón le ofreció para que dejara el camino libre a Elizondo.
Parecidos contratiempos ha tenido también el dedazo panista para hacer a María Dolores del Río candidata a gobernar Sonora. La panista con denominación de película fue diputada local, presidenta municipal de Hermosillo y, en la administración calderonista, directora del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos y del Consejo Nacional de Educación para la Vida y el Trabajo (además escribió el libro Soñar que se puede, con el que hizo amplia campaña de presentaciones en el estado y en la capital del país e incluso apertura de “casas” de trabajo relacionadas con el relato de sus andanzas para llegar a presidir a los hermosillenses). Contra los planes de Los Pinos se ha mantenido el senador Guillermo Padrés, quien parece tener mayor apoyo popular, y en el camino quedó David Figueroa al ser oportunamente nombrado cónsul en San José, California. En San Luis Potosí, a pesar de que oficialmente quedó el candidato deseado, el senador con licencia Alejandro Zapata Perogordo, Los Pinos corre el riesgo de que el gobierno panista de la entidad acabe apoyando a quien semanas atrás era secretario de Salud, Fernando Toranzo, que fue declarado candidato priísta a pesar de que dos de sus principales adversarios, Jesús Ramírez Stabros y Carlos Jiménez Macías, aseguraron que hubo irregularidades graves en los comicios internos. Dado que el gobernador, Marcelo de los Santos, y el candidato panista, Zapata Perogordo, han mantenido diferencias desde años atrás, en San Luis Potosí crece la percepción de que el priísta empanizado será apoyado contra el candidato oficial de Los Pinos. De Querétaro y de Colima se hablará en otra entrega, pero lo cierto es que al calderonismo le crecieron los enanos en el circo partidista (o, en realidad, la corta estatura política está en el centro de diversiones llamado Los Vinos).
Y, mientras sigue la ola de recortes laborales, ¡hasta mañana, en esta columna que se pregunta si de verdad los gobiernos quieren recordar el año entrante los conceptos de independencia y revolución o prefieren un bajo perfil inocuo!