El INAH y promotores del show interpretan acuerdo legislativo: investigadores y docentes
El gobierno del estado de México y la dirección general del Instituto Nacional de Antropología e Historia “no han suspendido” las obras en la zona arqueológica de Teotihuacán, y “desobedecen” los exhortos y recomendaciones al continuar con la sustitución de elementos de soporte para las luminarias y realizar pruebas de luz en las pirámides del Sol y la Luna.
Así lo sustenta la Comisión del Patrimonio Cultural y Legislación de los investigadores y docentes del INAH, quienes, tras realizar una evaluación de los daños en los monumentos arqueológicos, se refieren a la “desobediencia” de los impulsores del proyecto Resplandor teotihuacano, por “no suspender” los trabajos del montaje multimedia.
En el informe, los investigadores y docentes refieren que tanto el INAH como los promotores del espectáculo han realizado “sus propias lecturas” sobre el punto de acuerdo vertido por los legisladores de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados.
A manera de ejemplo, los trabajadores del INAH puntualizan que se ha solicitado a los promotores del espectáculo la suspensión de trabajos en el área prehispánica, “pero eso implica no sólo el desmantelamiento de taquetes, canaletas y resanado de las pirámides, sino que también se deben retirar las lámparas e implementos”.
También se exhortó a las autoridades implicadas a realizar un proyecto de restauración en los monumentos por personal especializado del INAH, lo cual tampoco ocurre, porque lo realizan trabajadores de la empresa contratada.
Otro aspecto que considera inviable la Comisión de Patrimonio Cultural y Legislación del INAH es que “ya resulta innecesario solicitar el guión técnico, argumento y libreto, ya que el espectáculo debe ser cancelado.
“Es impostergable la cancelación total del espectáculo audiovisual y el retiro de todos los elementos instalados sobre las estructuras y espacios arqueológicos”, alertan los investigadores en un informe, en el que además resaltan la “urgente evaluación de las afectaciones”.
Otro aspecto que consideran grave e irreparable es la “transgresión” a la ley, por someter a licitación proyectos con objetivos aún indefinidos, los cuales propiciarían que el Estado perdiera los derechos sobre un bien nacional.
Por otro lado, aclaran que “la supuesta derrama económica que genera este tipo de espectáculos carece de bases analíticas y nada la garantiza”.