■ Sindicalizados del INAH recopilaron firmas que enviarán a la Presidencia y otras instancias
“Paren el daño a las pirámides”, reclaman cientos de visitantes
■ “No puede haber más espectáculo que la majestuosidad de Teotihuacán”, expresó una joven
Ampliar la imagen Mesa que un grupo de sindicalizados del INAH instaló en la puerta 1 de la zona arqueológica, donde explicaron a los visitantes la situación del daño a las pirámides Foto: Javier Salinas Cesáreo
Teotihuacán, Méx., 25 de enero. Hoy, la voz de cientos de turistas que visitaron la majestuosa Ciudad de los Dioses se escuchó y fue rotunda: “No al espectáculo de luz y sonido” y “Paren el daño a las pirámides” fueron algunas de las consignas que expresaron al firmar contra el espectáculo multimedia Resplandor teotihuacano.
“Jamás estaremos de acuerdo. Ese espectáculo es una falacia; no puede haber más espectáculo que las pirámides y su majestuosidad”, expresó la joven Ingrid Vallejo, una de las cientos de visitantes que firmaron contra el show.
Este domingo no fue como otros en Teotihuacán, porque justo en la puerta 1 de la zona arqueológica un grupo de sindicalizados del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) instaló una mesa receptora de firmas y repartió volantes donde se explicaban los daños que han causado a las pirámides del Sol y de la Luna al colocarles taquetes, tornillos, cableado y luminarias.
A su paso, visitantes nacionales y extranjeros escucharon la explicación de los activistas y firmaron sin dudar.
La familia de Eugenio Pirson rubricó la petición una vez que escuchó al dirigente sindical Lázaro Salvador Moreno, y que vio fragmentos de rocas dañadas. Expresó: “Como mexicano no estoy de acuerdo con que se destruyan nuestros monumentos nacionales. Venimos cada vez que podemos y traemos amigos extranjeros; es un orgullo traerlos a que conozcan las pirámides, y no quisiera que vieran todo lo que han hecho. Lo primero que dirán los extranjeros es que nos encargamos de destruir nuestro pasado, nuestra cultura y orgullo.
“Países como Francia o España cuidan sus monumentos, no los destruyen como nosotros; no hacen estos hoyos, que perjudican totalmente las pirámides”, dijo.
Otra de las familias que mostraron su desacuerdo fue la de Martha Mora, originaria del estado de México.
“Nuestros antepasados deben ser respetados. No estoy de acuerdo con lo que están haciendo; la zona arqueológica debe respetarse tal como está. Si quieren montar espectáculos de luz y sonido, ahí están los teatros y otros foros.
“Ese espectáculo se debe parar; no lo hacen para nuestros hijos, sino para ellos (los empresarios). Prefiero las pirámides tal como están, con su grandeza, y que nuestros hijos tengan idea de cómo vivieron los teotihuacanos.”
Contó que con frecuencia lleva a sus hijos a las pirámides para inculcarles el amor por la historia. “A mi hijo le he dicho que se dé cuenta del orgullo de ser mexicano, que si vienen de otros países a admirar nuestras pirámides, por qué nosotros no las valoramos”, apuntó Martha Mora.
Los trabajadores sindicalizados del INAH se instalaron sobre la Calzada de los Muertos, donde también repartieron volantes y recabaron firmas.
El dirigente sindical de la zona arqueológica y secretario general de la sección cinco del Sindicato Nacional de Trabajadores del INAH, Lázaro Salvador Moreno, explicó que durante los siguientes días continuará la recolección de firmas, las cuales se harán llegar con una solicitud de suspensión definitiva del show a la Presidencia de la República, a la Cámara de Diputados y al Poder Judicial de la Federación.
Expulsan a danzantes
Durante la mañana de este domingo, siete integrantes del grupo de danza prehispánica Quetzalcoátl Naucampa, originarios de Teotihuacán, se sumaron a las actividades de recolección de firmas.
Sin embargo, sólo permanecieron cerca de media hora, porque fueron expulsados de la zona arqueológica por personal de seguridad, con el argumento de que no estaba permitido su estancia en la zona con “esa vestimenta”, y porque “el sonido de sus caracoles daña los monumentos y molesta a los turistas”.
Primero fue un agente de la policía auxiliar, contratada para custodiar la zona, quien se acercó a los danzantes para exigirles que salieran, porque estaba prohibido hacer sonar sus caracoles.
Después fue el jefe de seguridad de la zona arqueológica de Teotihuacán, Manuel Cárdenas, quien casi a empujones los expulsó del área, con el argumento que ahí no podían estar vestidos con sus trajes típicos. “Aquí no pueden estar vestidos así; váyanse a vestir como se debe”, les dijo.
Los miembros del grupo Quetzalcoátl Naucampa narraron que desde hace tiempo se les prohíbe la entrada a la zona arqueológica y sólo pueden acceder si tramitan un permiso especial, cuya solicitud tienen que hacer por lo menos con dos meses de anticipación.