■ “Mi equipo no merecía ésto, así no se puede”, dijo molesto el técnico Daniel Guzmán

Con ayuda del árbitro Pumas hiló su segundo triunfo consecutivo en el torneo

■ La delantera de Santos tuvo problemas para acoplarse ante las ausencias de Vuoso y Benítez

Rosalía A. Villanueva

Pumas debe darle las gracias al silbante Francisco Chacón por haber conseguido ayer su segundo triunfo consecutivo del torneo, tras señalar una pena máxima que no desaprovechó el argentino Martín Bravo y dar la única anotación para derrotar a Santos en el estadio Olímpico Universitario, ante regular entrada.

Aunque el timonel del equipo de La Comarca Lagunera, Daniel Guzmán, dijo que se iba “contento” de CU, su semblante era de enojo: “el árbitro cometió un error al marcar un penal inexistente. Mi equipo no merecía esto y con eso no se puede”.

El conjunto anfitrión comenzó bien el encuentro y generó varias jugadas de peligro en las que Ismael Íñiguez y el explosivo Bravo fueron una verdadera amenaza para la cabaña de Oswaldo Sánchez, quien salvó en un par de ocasiones su meta.

Después de 20 minutos intensos y bajo el mando auriazul vendría la polémica jugada, cuando Pablo Barrera envió un centro al área e Íñiguez recibió un recargón de Rafael Figueroa, pero el felino exageró y Chacón decretó la pena máxima que hizo efectiva Bravo, al 22, para el 1-0.

Centenares de voces de aficionados Pumas retumbaron con los goyas, pero el festejo se vio opacado por el lanzamiento de vasos con líquido, bolsas de plástico y otros objetos que salían como proyectiles de las cabeceras hacia los que estaban en la parte baja.

Los asistentes que por lo general siempre están de pie para presenciar el partido, pegaron un alarido cuando vieron el vuelo de Leandro Augusto, quien remató con la cabeza, pero el esférico picó y pegó en el travesaño del portero de la selección nacional.

Ante la ineficaz delantera de Ludueña, Torres y Darwin, que pasaron varios apuros para sustituir a los lesionados Matías Vuoso y Christian Benítez, así como de su endeble defensa, tras la baja de Édgar Castillo y Fernando Ortiz, quienes emigraron al América, Pumas fue mejor que Santos en el primer tiempo, mientras los Guerreros suman dos derrotas en el Clausura 2009.

De ahí en adelante ambos equipos recibieron abucheos y chiflidos de la afición por el pobre espectáculo que brindaron en la segunda parte, en la que los dos técnicos realizaron sus cambios y sólo hubo ovaciones cuando salió Bravo y después con el ingreso de Francisco Palencia.

Chacón sacó varias tarjetas amarillas; las que más pesaron fueron las dos de Barrera, quien salió expulsado casi al final del partido, mientras el nazareno soportaba el repudio de la afición con un “¡culeeeeeerooooo!”

En la cancha, Bravo estaba feliz: “Este gol me sabe a revancha, a ganas de seguir mejorando y trabajando para que mi equipo esté arriba”.

Dijo que lo importante fue haber conseguido otros tres puntos y qué mejor que en casa, lo cual reforzó Palencia, quien destacó el buen inicio de Pumas con dos victorias, pero sobre todo que “estamos unidos y compenetrados, y gracias a Dios estamos dando de qué hablar nuevamente”.

En conferencia de prensa, Dante López aceptó que les faltó contundencia y no supieron manejar el partido, aunque lo “importante es que ganamos”. En tanto, Efraín Velarde comentó que deben seguir trabajando para no cometer errores en futuros encuentros.