■ Haría inevitables las colisiones con barcos cargueros, revela estudio
Punta Colonet, “invitación al desastre” para la ballena gris
■ A los retos económico y ecológico se suma el litigio con Grupo Lobos
Ampliar la imagen La ballena gris recorre el puerto de Ensenada durante su migración desde Alaska hacia las cálidas aguas de la laguna Ojo de Liebre, en Baja California Sur, donde nacen sus crías después de tres meses y 12 mil kilómetros de travesía Foto: Notimex
El proyecto más importante del gobierno de Felipe Calderón en materia de infraestructura, Punta Colonet, al sur de Ensenada, amenaza especies endémicas y afectaría la ruta migratoria de la ballena gris, advierten científicos.
Aunque el plan fue aplazado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) debido a la actual situación financiera internacional, la dependencia está en litigio con el Grupo Minero Lobos, el cual ya contaba con autorización para explotar minas de hierro y titanio en la misma zona cuando el gobierno federal anunció el plan.
El proyecto multimodal Punta Colonet, que se comenzó a gestar en la administración foxista, se encuentra a 140 kilómetros de Ensenada y tiene prevista inversión privada por 5 mil millones de dólares y 45 años de concesión. Prevé la construcción de una central eléctrica y una planta desaladora; en su primera etapa operarían diez muelles para grandes embarcaciones y una terminal con capacidad para mover 5 mil contenedores.
Se desarrollará en “uno de los sitios con la mayor biodiversidad en la costa oeste de América del Norte, a pesar de que se encuentra en una zona árida”, indica el estudio Las amenazas a la riqueza biológica de la meseta de Colonet, Baja California, realizado por los especialistas Kevin Clark, Mark Dodero, Andreas Chávez y Jonathan Snapp.
Maravilla natural
La meseta costera de Colonet “ofrece un ejemplo de paisajes que no han cambiado en 200 años, desde este lugar hasta el sur de California”, indica el estudio. Detalla que el sitio está formado por una planicie de 10 kilómetros de ancho, elevada unos cien metros sobre el mar adyacente. Las corridas de agua han erosionado porciones de la mesa creando cañones cortos y profundos, mientras la porción sur acaba en un acantilado al mar.
Ahí, indica, se han formado charcas temporales, bajo condiciones de lluvia, que “no tienen igual, con una diversidad de composición de especies mayor a las de todas las charcas existentes al sur de California. Sin lugar a dudas las charcas de Colonet son una maravilla natural”.
El estudio puntualiza que hay alrededor de cien charcas en el área; dos de ellas tienen alrededor de 750 metros de diámetro y otra mide mil 250 metros; muchas no han sido exploradas, “pero todas las que han sido visitadas han revelado una diversidad sorprendente de especies endémicas y raras, incluidas algunas consideradas como amenazadas”.
Refiere que ahí se encuentran las poblaciones más grandes conocidas de dos plantas que se consideran amenazadas: Eryngium aristulatum variedad parishii y Orcuttia californica. También hay un tipo de crustáceo amenazado, conocido como Branchinecta sandiegoensis. Entre los reptiles está una lagartija endémica, la Cnemidophorus labialis. Asimismo, una de las dos aves únicas de la región de Baja California, el cuitlacoche peninsular, y gran número de patos y aves playeras ocupan las charcas temporales durante su migración en primavera.
Además, indica, la ballena gris pasa muy cerca de la costa y el establecimiento de un corredor de barcos cargueros en el futuro puerto Colonet cruzará la ruta migratoria del mamífero marino. “Hay una invitación al desastre porque las colisiones con ballenas serán inevitables.” El análisis –una versión del cual se publicó en la revista Fremontia– destaca que se trata de una meseta deshabitada, explotada por unos cuantos investigadores en botánica, pero que ha escapado de la atención del resto de la comunidad científica.
Agrega que la planeación del desarrollo del área debe incluir una consulta activa con los grupos de conservación para ayudar a minimizar la pérdida de diversidad biológica en la zona. “Así como los planificadores sueñan con un megapuerto multimillonario, los conservacionistas pueden insistir en un megaparque nacional que conserve los recursos costeros únicos del área.”
Punta Colonet buscaría competir con puertos como los de Long Beach y Los Ángeles, en Estados Unidos; sin embargo, la SCT sostuvo que “el gobierno mexicano debe mantener una actitud prudente respecto a la ejecución del proyecto”.
Menor tráfico de carga
Según las proyecciones, podría manejar entre 5 y 6 millones de contenedores anuales –la capacidad nacional actual es de 4.4 millones–, pero, de acuerdo con la SCT, el tráfico de carga en los puertos canadienses y estadunidenses en la costa del Pacífico ha caído 30 por ciento.
El plan considera también el desarrollo de una vía de tren de 300 kilómetros hacia la frontera de Tecate y un aeropuerto de carga. “Para lograr el proyecto es necesario construir una ciudad de 250 mil habitantes antes de 2025”, indican los investigadores.
A los retos técnicos y ecológicos se suma el conflicto jurídico. En 2005 la Secretaría de Economía otorgó a Grupo Minero Lobos una concesión por seis años para la explotación de minas submarinas de hierro y titanio en 29 mil hectáreas de Punta Colonet. Después la empresa dio a conocer su intención de iniciar un estudio de factibilidad para construir un puerto en 2 mil 400 hectáreas, según información del Partido Verde.
La SCT publicó el 7 de agosto de 2006 un decreto por el cual declaró a Punta Colonet puerto de navegación de altura y cabotaje, por lo cual el 27 de agosto Grupo Minero Lobos interpuso un amparo. Según la SCT, hasta octubre pasado había echado abajo seis amparos debido a que se demostró que el grupo no tenía interés jurídico. La concesión para la explotación de las minas al grupo Lobos fue revocada por la Secretaría de Economía en 2007.