■ A dos años de encabezar la orquesta, el director dijo sentirse satisfecho con lo logrado
“Estoy en la OSN para hacer música, no grilla ni política”: Carlos Miguel Prieto
■ Comenzó el primer segmento de la temporada 2009 de la agrupación, con 18 programas
A casi dos años de haber asumido la titularidad de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), el director Carlos Miguel Prieto se considera plenamente asentado en ella y satisfecho con lo que se ha logrado, tanto en lo artístico como en lo humano.
En entrevista, con motivo del comienzo del primer segmento de la temporada 2009 de la agrupación, este fin de semana, el músico evade responder si tal estado significa que la orquesta se encuentra recuperada.
“No me gusta usar la palabra recuperación, porque parecería que la orquesta estaba enferma. No soy una persona que se satisface con el statu quo, pero tampoco me gusta criticar el pasado; siempre tomo como punto de partida el momento cuando comienzo algo”, argumenta.
“A mi llegada a la Sinfónica Nacional me encontré con una orquesta dispuesta y comprometida, que siempre me ha tratado muy bien y que muestra buena actitud frente al trabajo; en eso estamos: trabajando, y muy fuerte, aunque sabemos que nos falta muchísimo.”
Para Prieto, resulta muy importante que el público encuentre motivos de orgullo en la orquesta más que detenerse a ver sus limitaciones, de las cuales, asegura, tanto él como los atrilistas son conscientes y trabajan para resolverlas.
Uno de los aspectos que considera importante resaltar es “la excelente relación” que ha tenido con los músicos y el sindicato: “Creo que han visto seriedad y trabajo en mí. Estoy en la institución para hacer música, no grilla ni política; soy un ser apolítico y agrillo. Eso es algo que saben los músicos y ven en mí a alguien que se entrega para hacer realmente música, lo cual ha tenido buena repercusión.
“Tengo mucho aprecio y respeto por los músicos. Claro que me gustaría que algunas cosas se dieran más rápido, pero sé que poco a poco irán ocurriendo. Han sido casi dos años muy gratos desde el punto de vista humano. He hecho muchos amigos y no considero tener problemas de tipo humano; además, he encontrado en el sindicato voluntad.”
Antes de detallar los ejes de la programación del primer segmento de la temporada 2009, el cual comenzó este viernes y finalizará el 28 de junio, Carlos Miguel Prieto habla de lo que ha implicado la mudanza al teatro Hidalgo ante los trabajos de remodelación que se efectúan desde el año pasado en el Palacio de Bellas Artes, su sede.
En son de broma, comenta que impondrá un récord Guiness muy poco usual, ya que en todas las orquestas de las que ha sido titular han cerrado su sede para remodelarla.
Ocurrió, primero, con la Sinfónica de Xalapa; luego con la de Nuevo Orleans, cuya sala tuvo que ser reparada a raíz de los estragos causados por el ciclón Katrina, y ahora con la Sinfónica Nacional.
“Lo que he aprendido es que hay que aguantar estos eventos. A ningún director le puede caer bien que le quiten la sala donde toca su orquesta, menos si es el primer año que trabaja con ella”, dice.
“No puedo hacer nada más que sacar de la adversidad lo mejor; reconozco que, como orquesta, sí pudimos movernos rápido y encontrar en poco tiempo una sede alterna, cómoda, a pesar de su poca acústica.”
Destaca como aspecto positivo de actuar en el teatro Hidalgo que ha logrado crearse un público diferente al que asistía con regularidad a Bellas Artes, el cual también acude a esta sede temporal.
“Lo único que puedo es hacer votos para que la remodelación sea hecha lo más rápido y mejor posible. A nadie le gusta estar fuera de casa mucho tiempo.”
Alto nivel, el eje de la temporada
En cuanto a la temporada, informa que consta de 18 programas, los cuales no tienen otro eje en común más que la participación de directores y solistas de alto nivel y gran renombre, tanto nacionales como extranjeros.
La lista incluye a los pianistas Jorge Federico Osorio, Andrew Armstrong y Markus Groth; a violinistas como Vadim Gluzman, Elmar Oliveira y Agustin Hadelich, y a directores huéspedes, como Ronald Zollman, Imre Collar o James Paul.
El director enfatiza que hasta el momento no ha debido cancelar la participación de ningún músico por la crisis económica, y espera que eso no ocurra ante el debilamiento del peso frente al dólar y el euro.
De lo musical, subraya que se buscó hacer una temporada equilibrada, con obras conocidas y nuevas, y entre ambas hay de gran dificultad. De igual manera, enfatiza que entre el año pasado y este se hará casi la totalidad de la música para orquesta de Silvestre Revueltas, mismo caso que ocurre con la Brahms, de quien durante el segundo semestre del año se tocarán todas sus sinfonías.