■ Perecen cinco policías iraquíes en un atentado en Garma
Denuncian autoridades afganas la muerte de 21 civiles en un ataque estadunidense
Kabul, 24 de enero. Autoridades provinciales de Afganistán denunciaron hoy que 21 civiles murieron durante un reciente ataque estadunidense, tras el cual el mando militar invasor afirmó haber abatido a 15 insurgentes talibanes.
Según un comunicado de las fuerzas de Estados Unidos desplegadas en la provincia de Laghman, al oriente del del país, el enfrentamiento con los extremistas tuvo lugar el pasado viernes en el distrito de Mahtar Lam, donde fallecieron 11 talibanes.
Las restantes cuatro personas, entre ellas una mujer, perecieron poco después durante un ataque aéreo, añadió el texto.
Sin embargo, el presidente del consejo provincial de Laghman, Abdul Rahimzai, aseguró que las 21 víctimas son civiles y por lo tanto se ordenó una investigación.
El tema de las muertes de civiles es delicado en Afganistán y ha erosionado el apoyo público para las tropas internacionales desplegadas en el país invadido por Estados Unidos a finales de 2003.
Por otro lado, un atacante suicida estrelló este sábado su automóvil repleto de explosivos contra un puesto de la policía en la localidad de Garma, en el noroeste de Irak, con saldo de cinco policías muertos, una semana antes de elecciones provinciales.
Soldados estadunidenses mataron a balazos a una pareja e hirieron a su hija de ocho años durante una incursión en su casa en la norteña provincia chiíta de Kirkuk, informó la policía iraquí.
Por su parte, el general Turhan Abdul Rahman, subcomandante de la policía de Kirkuk, afirmó que las tropas estadunidenses atacaron la casa de Dhiya Hussein, un ex oficial del ejército durante el régimen de Saddam Hussein, a quien las tropas de Estados Unidos acusaron de ser un presunto militante de la red Al Qaeda.
En tanto, las fuerzas de seguridad iraquíes detuvieron a Ismail Abdessattar Rubai, considerado el “número dos” de Al Qaeda en Irak, informó Bagdad.
Mientras, en el convulso Pakistán por lo menos 22 personas murieron tras un ataque aéreo estadunidense contra presuntos militantes islámicos destacados en la frontera con Afganistán. Entre los muertos hay ocho presuntos extremistas, uno de ellos con vínculos con Al Qaeda, y 14 civiles.
El presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, llamó a su par estadunidense, Barack Obama, a terminar con este tipo de ataques “ya que son contraproducentes”, declaró a la agencia privada Nni.