Retrógrada, aplicación de la pena de muerte: PSD
Tras que dio entrada la Comisión Permanente a la propuesta de abrir el debate en la Cámara de Diputados sobre la aplicación de la pena de muerte a secuestradores que asesinen a sus víctimas, el Partido Socialdemócrata (PSD) aceptó participar, pero consideró que esa medida es “retrógrada” y contraria a la tendencia abolicionista que impera en la mayoría de los estados democráticos del mundo.
En un comunicado, los socialdemócratas aseguraron que dicha medida “no resuelve el problema de criminalidad que existe en el país”, y coincidieron con la declaración del primer Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, realizado en 2001 en Estrasburgo, Francia, donde se concluyó que “una sociedad que acude a la pena de muerte anima simbólicamente a la violencia”.
En ese sentido, el vicepresidente del instituto político, Luciano Pascoe Rippey, manifestó que “el Estado no puede ser revanchista ni recurrir al desquite o la represalia como política de combate a la inseguridad, pues su misión y objetivo en este caso debe ser garantizar la seguridad física y patrimonial de los ciudadanos, así como procurar y dar justicia a las víctimas”.
Por otro lado, el PSD consideró que México no puede retroceder como sociedad, porque la pena de muerte está en “desuso” en el mundo, ya que contraviene los derechos humanos. Asimismo, recordó que el país ha firmado diversos tratados internacionales y convenios que le impiden restaurar la pena capital.
Sin embargo, Pascoe Rippey aclaró que su partido no se opone al debate, por lo que “si nos invitan asistiremos para expresar y defender nuestro punto de vista, en el sentido de que una sociedad democrática debe desechar propuestas que signifiquen un retroceso”.
Asimismo, exhortó a quienes promovieron el debate –el Partido Verde Ecologista de México– a que tengan un espíritu incluyente, pero lamentó que un partido “verde” impulse estos temas en vez de promover una agenda ecológica avanzada para resolver muchos problemas ambientales que hoy amenazan a México y el mundo.