■ Recibió la medalla de oro de Bellas Artes
Llama Ida Rodríguez Prampolini a recuperar “nuestro perdido país”
■ Lucho por que San Juan de Ulúa sea un sitio rentable, sin recurrir a las barbaridades como sucede en Teotihuacán, expresó la historiadora
Ampliar la imagen Ida Rodríguez Prampolini, anteanoche, al recibir la presea del Instituto Nacional de Bellas Artes como reconocimiento a la gran labor de la promotora cultural Foto: Yazmín Ortega Cortés
“Sería un ser feliz si no fuera por lo que hemos hecho de México y el mundo”, dijo la historiadora Ida Rodríguez Prampolini apenas le cedieron el micrófono durante el homenaje que se le rindió la noche del jueves en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes para reconocer su gran labor como promotora cultural.
Una larga ovación recibió a la maestra y fundadora de decenas de casas de la cultura en su natal Veracruz, quien luego de agradecer los elogios que le prodigaron amigos y discípulos, fue directo al meollo de sus intereses: “mi último quehacer como maestra ha sido fundar el seminario sobre muralismo mexicano producto de la Revolución de 1910 en América, de los murales consignados en un catálogo razonado que estamos preparando, más de la mitad ya no existen, por diversas razones políticas y de mezquinos intereses han sido borrados y descuidados, muchos de ellos por la propia Secretaría de Educación Pública (SEP), la encargada de protegerlos.”
A su lado estaba la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Teresa Franco, quien al entregarle la medalla de oro que otorga esa dependencia, se comprometió a publicar el trabajo que desarrolla quien fue esposa del pintor, escultor y arquitecto Mathias Goeritz.
Turismo de entretenimiento
Amorosa pero firme, Ida Rodríguez Prampolini continuó: “formé parte de los programas artísticos que pretendió implementar la SEP, un grupo interdisciplinario luchó hasta el cansancio en la formación de los maestros, desgraciadamente estos programas jamás se adoptaron. Hoy la SEP, en manos de la inenarrable Elba Esther Gordillo, no tiene mucho remedio.
“El analfabetismo es un estigma que los gobiernos federal y estatales niegan, camuflando las cifras reales de analfabetos, los jóvenes no tienen cabida en las universidades públicas, los universitarios están pésimamente pagados y sin alicientes morales para ejercer bien las tareas educativas, que son las más importantes fuerzas que existen para mejorar la sociedad y hacerla más noble, solidaria y participativa.
“Del presupuesto que se dedica a la educación, muy poco está dirigido a las humanidades. La ciencia y la tecnología reciben casi nada. Pero las humanidades menos. La cultura y las artes se encuentran ligadas al turismo de entretenimiento, más que al desarrollo espiritual de las personas, el pretexto del Estado es que el presupuesto no alcanza y la verdadera educación está en manos de las nefastas televisoras privadas.”
Rodríguez Prampolini citó a Fidel Castro para responder a la inquietud de muchos políticos que aún no saben de dónde sacar el dinero necesario para apoyar la cultura: “cuando no se lo roben (el presupuesto), cuando no haya funcionarios venales que se dejen sobornar por las grandes empresas con detrimento del fisco, cuando los inmensos recursos de la nación dejen de servir para comprar tanques, bombarderos, cañones, solo para gorrear frente al pueblo, y se le quiera educar en vez de matar, entonces, habrá dinero de sobra”.
Educación, único camino
Ida Rodríguez Prampolini hizo un llamado a recuperar “nuestro perdido país: tenemos que rehacerlo, sólo la educación lo hará posible”. También deploró que el fuerte de San Juan de Ulúa en Veracruz se encuentre en ruinas, sin un proyecto real para su uso y mantenimiento. “Desde hace 10 años estoy luchando por convertirlo en un sitio rentable, sin recurrir a barbaridades como las que están haciendo en Teotihuacán. Propuse ya a dos gobernadores convertir el sitio en una fortaleza internacional de cultura, pero mi propuesta y programa nunca tuvieron respuesta.
“Además, en el centro de Veracruz los conventos están convertidos en bodegas y estacionamientos. Las casas son tugurios, las calles al anochecer son invadidas por malvivientes, prostitutas y viciosos. Son únicamente turistas los que acuden al corazón de la ciudad y gozan del danzón al que asisten como en un antiguo ritual casi exclusivamente veracruzanos de la tercera edad.
“La poca restauración se hace a base de fachadismo y pintura, el histórico parque Zamora está amenazado con convertirse en un estacionamiento subterráneo privado. La juventud y la mayor parte de los clasemedieros van a los centros comerciales a soñar frente a los aparadores y vitrinas en comprar algo que seguramente muy pocos podrán adquirir.
“La voracidad económica actual ha hecho un nuevo Veracruz fuera del viejo centro que es copia de cualquier ciudad de medio pelo del sur de Estados Unidos. No es que me incline a pensar que todo tiempo pasado fue mejor, pero en este caso no tengo la menor duda.
“La ignorancia de la clase política y los ricos jarochos se demuestra en lo que han hecho y siguen haciendo con el Centro Histórico. No sé con qué espectáculo disneylandesco festejarán el Bicentenario en el primer ayuntamiento de América firme, ya se les ocurrirá algo muy caro y a las carreras.
“En esto creo”, concluyó la homenajeada quien estuvo acompañada por los críticos de arte Rita Eder, Jorge Alberto Manrique, Francisco Reyes Palma, la artista Marta Palau y Santiago Espinosa de los Monteros, coordinador nacional de Artes Plásticas del INBA.