■ Insisten colonos de Palmitas que los trabajos de mitigación “no fueron adecuados”
Entre reclamos, entrega Ebrard primeras viviendas a vecinos afectados por derrumbe
■ “No queremos departamentos, queremos casa o terreno”, la respuesta de los habitantes
■ PGJDF: no hay elementos suficientes para responsabilizar a algún servidor público por la tragedia
Ampliar la imagen El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, escucha las demandas de los habitantes de la colonia Palmitas por el derrumbe del jueves pasado, y se comprometió a regresar “cada viernes, a las 8 de la mañana”, para verificar personalmente los avances de los trabajos de mitigación Foto: Roberto García Ortiz
Mientras que vecinos afectados por el desgajamiento de un cerro en la colonia Palmitas, en la delegación Iztapalapa, continuaban con sus reclamos y aseguraban que los trabajos de mitigación “no fueron adecuados”, y las solicitudes de atención rechazadas, el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, entregó las primeras viviendas a las familias dañadas y las autoridades de la demarcación aseguraron que el muro de contención cumple con la normatividad establecida para este tipo de construcciones en la ciudad.
Los residentes, no sólo de la calle Pistache, donde el derrumbe ocasionó la muerte de dos personas, sino de callejones y zonas aledañas a Santa Elena, manifestaron que hay una desatención de las autoridades delegacionales en la Sierra de Santa Catarina, porque “no estamos dentro de la zona de influencia del delegado Horacio Martínez”.
Reconocieron que saben de los riesgos que corren al vivir en las faldas del cerro, pero manifestaron que su carencia económica los expulsó de las zonas céntricas de la capital, por lo que piden se haga un análisis exhaustivo para realizar los trabajos de mitigación de riesgos de acuerdo con las condiciones que se requieran.
“Marcelo, ¿podrías vivir en un departamento?”
Ayer, Marcelo Ebrard recorrió una vez más la zona de desastre. Entre los vecinos afectados por el derrumbe reconoció a Gaudencia Niño Hernández y le extendió unas llaves. “Quiero casa. ¿Es casa?”, alcanzó a preguntar la mujer al recibir el llavero, el barullo de la multitud impidió que el gobernante la escuchara.
Como ella, otras cinco familias serán reubicadas, pero en todos los casos exigieron casas o terrenos. “No queremos departamentos”, respondió uno a la advertencia de Ebrard que deberán reubicarse “porque por más que pongamos muros están en riesgo sus viviendas”.
“Yo entiendo –respondió a quien lo interrumpió–, habrá personas que me digan que no quieren ese departamento. Primero véanlo”, propuso.
“No se trata de venir un día y ahí nos vemos; hay que atender la emergencia, pero también los problemas que tenemos y vamos a estar trabajando permanentemente para resolverlos”, señaló tras presentar a su equipo de trabajo y comprometerse a regresar cada viernes a las 8 de la mañana.
–Nada más quiero decirte una cosa –lo atajó Hermelinda Arreola, al concluir la reunión, con voz entrecortada y ojos llorosos– ¿Cabrían seis hombres y seis mujeres en un departamento? ¿Podrías vivir en un departamento? Ahora, te vas a rentar Marcelo, ¿crees que con mil 500 pesos vas a rentar una casa?
–Vamos a hacer una cosa –le respondió– si el departamento no es una opción, buscamos un terreno y hacemos la casa para tu familia, eso yo te lo voy a resolver. Yo, yo –enfatizó.
El crecimiento de la colonia Palmitas en la Sierra de Santa Catarina ha sido paulatino: la venta de terrenos va desde 150 mil hasta 200 mil pesos, y aún continúa. Los predios son aproximadamente de 72 metros cuadrados.
La construcción que realizan llega hasta tres niveles, según el número de habitantes, pues tienen como costumbre ampliar la vivienda por cada “cabeza de familia”. En promedio han invertido entre 300 y 400 mil pesos, según el material que se ocupa para la edificación.
Por su parte el jefe delegacional de Iztapalapa, Horacio Martínez, informó sobre las obras que realiza la empresa Central de Láminas y Perfiles, contratada para realizar los trabajos de recuperación en el cerro. Rechazó que el muro de contención no contara con las características que se requerían y señaló que su construcción evitó que la tragedia fuera mayor. Asimismo, aseguró que se trabaja en coordinación con el GDF para aprovechar al máximo los recursos humanos y materiales disponibles para dar celeridad a las necesidades de los vecinos.
“Autopuesta en peligro”
Por su parte, el procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, afirmó que hasta el momento no hay elementos suficientes para girar citatorios a ningún servidor público para que declare por el derrumbe en la delegación Iztapalapa, y que será hasta el martes cuando se conozcan los resultados de los peritajes que se realizan.
Sobre la probable responsabilidad de las autoridades por permitir la construcción de viviendas en una zona de riesgo, el servidor público dijo que el asentamiento humano ya “tenía muchos años”, al cual calificó como una “autopuesta en peligro” por parte de quienes habitaban la zona.
Los peritajes que se realizan determinaran las características del muro de contención que se vino abajo y sí fue construido adecuadamente.