Usted está aquí: viernes 23 de enero de 2009 Estados Riña en el penal de Matamoros deja dos muertos y 35 lesionados

■ Policías estatales toman el control; trasladan a 12 internos a otras cárceles del estado

Riña en el penal de Matamoros deja dos muertos y 35 lesionados

■ El enfrentamiento se debió al castigo aplicado a un grupo, dice el director estatal de reclusorios

■ Se usaron armas de fuego

■ En el centro, que tiene capacidad para mil 200 reos, hay más de 2 mil

Julia A. Le Duc y Martín Sánchez (Corresponsales)

Ampliar la imagen Paramédicos auxilian a uno de los heridos tras el motín ocurrido ayer en el penal de Matamoros, donde hubo dos muertos y 35 heridos Paramédicos auxilian a uno de los heridos tras el motín ocurrido ayer en el penal de Matamoros, donde hubo dos muertos y 35 heridos Foto: Julia A. Le Duc

Matamoros, Tamps., 22 de enero. Dos reos murieron y 35 resultaron heridos ayer en un enfrentamiento entre dos grupos de internos que se disputan el control del penal Santa Adelaida, en el municipio de Matamoros, Tamaulipas. El gobierno estatal negó que se tratara de un motín.

Jaime Cano, director del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Matamoros, ubicado a 12 kilómetros de la cabecera municipal, flanqueado por parcelas de sorgo y un panteón del ejido Santa Adelaida, informó que el zafarrancho empezó entre las 8:45 y las nueve de la mañana, cuando internos del módulo Nuevo Amanecer pelearon primero a golpes, luego con objetos punzocortantes y finalmente con armas de fuego.

Debido a esta primera pelea ingresaron al hospital civil de Matamoros 16 convictos con golpes y heridas de arma blanca. Entre ellos estaba Gerardo Martínez Lopez, sentenciado por delitos contra la salud, quien según paramédicos falleció minutos después de llegar al nosocomio. Además, se confirmó que murió en el Cereso Raúl Peña Rodríguez, condenado por homicidio.

Elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) ingresaron al penal a las 11 de la mañana, entre gritos y rechiflas de familiares de los internos agolpados en la explanada para exigir entrar a la prisión, debido a rumores de que había más muertos.

El gobierno de Tamaulipas sostuvo que la situación quedó controlada al mediodía. El reclusorio está resguardado por agentes de la Policía Estatal Preventiva y de la Agencia Federal de Investigación.

Casi al mediodía, mientras un grupo de custodios mantenía a raya fuera de la cárcel a familiares de los reos, el director de los panales del estado, Pedro Benavides, confirmó en Ciudad Victoria el saldo oficial: dos muertos y 35 heridos, 15 de ellos graves.

Familiares de los presos dijeron que éstos les informaron, por medio de mensajes de texto de teléfonos celulares, que la crisis continuaba en el módulo Nuevo Amanecer –bautizado así por el ex gobernador Manuel Cavazos Lerma–, donde unos 20 internos supuestamente permanecen atrincherados para exigir que los trasladen al penal de Altamira, al sur de Tamaulipas.

Benavides, quien se trasladó de Ciudad Victoria a Matamoros para supervisar las acciones de la policía, negó esta versión.

“Todo empezó porque un grupo de cuatro (reos) estuvo castigado toda la noche (del miércoles); cuando los reintegramos a la población carcelaria, en la mañana, sobrevino la zacapela entre los internos, que fue controlada una hora después”, dijo Pedro Benavides.

El funcionario minimizó el enfrentamiento, el más violento en Tamaulipas desde el 20 de octubre pasado, cuando hubo 16 muertos en el Cereso de Reynosa. El director de los penales de Tamaulipas declaró superada la crisis, una vez que 12 internos fueron trasladados ayer mismo a otras prisiones del estado.

A la lucha por el contro del reclusorio se suma el hacinamiento. Esta cárcel, aledaña al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de Santa Adelaida, fue diseñado para mil 200 internos, pero alberga a más de 2 mil en sus cuatro módulos, lo que propicia la propagación de tuberculosis y otras enfermedades. En 2008 se reportó la muerte de cinco internos infectados de VIH/sida.

El pasado 20 de octubre, disputas entre reos de la prisión de Reynosa –a 98 kilómetros de Matamoros– causaron un motín que dejó 16 muertos y decenas de heridos.

En mayo de 1991 el Cereso uno de Matamoros (clausurado en 2001) fue escenario de una riña que dejó 17 muertos por disputas entre el entonces jefe del cártel del Golfo, Juan García Ábrego, y el narcotraficante colombiano Oliverio Chávez Araujo.

En enero de 2005 se dio muerte en el ejido Santa Adelaida a seis custodios del Cefereso, cuyos cuerpos fueron abandonados a unos metros de la prisión dentro de una camioneta Explorer con placas de Texas, reportada como robada. Este asesinato múltiple no ha sido aclarado.

 
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