■ Deberá obtener el aval de los tres principales partidos en el Senado
Confirma Genaro Góngora Pimentel que le interesa presidir la CNDH
“No me disgusta la idea de ser presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)”, confió el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Genaro Góngora Pimentel a sus más cercanos colaboradores.
Además, añadió, el actual presidente, José Luis Soberanes, deja su cargo en noviembre próximo, y yo hago lo propio el 30 de noviembre.
Góngora Pimentel le confirmó a personal de su confianza lo que era un secreto a voces en “radio pasillo” de la Suprema Corte: que está interesado en convertirse en el ombudsman nacional.
A pesar de contar con el currículum necesario para convertirse en el próximo presidente de la CNDH, Góngora Pimentel sabe que para ser designado en ese cargo se requiere algo más que capacidad. Es decir, que los tres principales partidos políticos en el Senado avalen su propuesta.
Apenas hace unos meses, Góngora Pimentel contendió sin éxito por la presidencia del Instituto Federal Electoral (IFE); en esa ocasión los diputados del PRI y del PAN le negaron su apoyo y sólo contó con el respaldo del PRD, el cual fue insuficiente.
En aquella ocasión, trascendió, el ministro creyó en la palabra de legisladores priístas que le aseguraron que su partido lo impulsaría; pero resultó que la dirigencia tricolor tenía sus fichas comprometidas con los panistas a favor de Leonardo Valdés Zurita.
Es por ello, dijo gente allegada al juzgador, que antes de aceptar la idea de ser nominado a la presidencia de la CNDH, tanteará el terreno con los tres principales partidos en el Senado –órgano encargado de designar al titular de la comisión–, para conocer de primera mano sus posibilidades reales y determinar si vale la pena continuar con su aspiración.
Por lo pronto, Góngora medita una oferta que le hizo el rector de la UNAM, José Narro Robles, para que una vez que deje la Corte se integre a actividades académicas en la máxima casa de estudios.
Por otra parte, Soberanes termina su segundo periodo como presidente de la comisión en octubre próximo, después de un controvertido proceso de ratificación que derivó en un problema legal que llegó hasta la Suprema Corte y que aún está a la espera de ser resuelto.