■ Estudio elaborado por el Cepet; los estados más peligrosos, Chihuahua y Oaxaca
Presentan informe sobre agresiones a periodistas
■ Dos tercios de los ataques, cometidos por integrantes de las fuerzas públicas o por políticos
El Centro de Periodismo y Ética Pública (Cepet) presentó el informe Periodismo bajo la violencia del narcotráfico 2008, en el que destaca que el año pasado contabilizó 120 agresiones contra periodistas y medios de comunicación: “cinco asesinatos, una desaparición forzada, cuatro intentos de asesinato, dos encarcelamientos, 15 ataques a la propiedad privada, tres allanamientos, seis detenciones arbitrarias, dos agresiones físicas, 22 agresiones intimidatorias, 14 amenazas de muerte, 14 amenazas y 12 bloqueos informativos y comerciales”.
La directora del Cepet, Leonarda Reyes, presentó el segundo informe sobre libertad de expresión y resaltó que el año pasado la violencia escaló de nuevo en México en contra de periodistas y medios de comunicación. Aseveró que resalta en la larga lista de abusos e intimidaciones el incremento, “tanto en número como en brutalidad, de las agresiones en el contexto de la violencia cometida por la delincuencia organizada en el país”.
En el informe del Cepet se destaca respecto del perfil de los agresores, que 28 por ciento de los casos fueron cometidos por la fuerza de orden público; 27 por ciento por funcionarios y políticos; en 17 por ciento se desconoce la identidad; en 13 por ciento, la delincuencia organizada; 9 por ciento, particulares; 6 por ciento, miembros de organizaciones, y uno por ciento, directivos de medios.
El informe fue financiado por el Open Society Institute del inversionista George Soros. En el documento se apunta que Chihuahua es la entidad más peligrosa para el periodismo en el país; Oaxaca ocupa el segundo lugar, y Veracruz y el Distrito Federal, el tercero.
En este informe el Cepet asevera que si bien los ataques más graves y violentos contra los periodistas tienen la marca del narcotráfico, es necesario llamar la atención al hecho de que las fuerzas públicas: los policías municipales, estatales y militares, junto con los funcionarios públicos, son los principales agresores de los periodistas.
Resalta el informe que el incremento de los agravios de las fuerzas del orden fue notable y se explica por los operativos en contra del narcotráfico; fueron frecuentes los casos en que los periodistas fueron amedrentados con armas de fuego, sufrieron la destrucción de sus equipos y golpes para impedirles la cobertura.
El Cepet señala que de las agresiones atribuidas a las fuerzas del orden, 43 por ciento fueron cometidas por policías municipales, 23 por ciento por militares, 23 por ciento por policías federales y 11 por ciento por policías estatales.