■ Se vendían en una tienda de antigüedades de San Pedro Garza García, Nuevo León
Expertos del INAH concluyeron la clasificación de fósiles paleontológicos que fueron incautados
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Una de las 389 piezas fósiles del acervo que ahora pertenece a la nación
Foto: Cortesía INAH
Monterrey, NL, 21 de enero. Con el trabajo de un equipo de arqueólogos y paleontólogos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) concluyó la clasificación de 389 piezas paleontológicas de fósiles que eran vendidas entre 60 mil y 300 mil pesos en una tienda de antigüedades de San Pedro Garza García, y fueron parte del mayor aseguramiento en su tipo efectuado en el país.
Héctor Jaime Treviño Villarreal, director del centro INAH para Nuevo León y Coahuila, así como Joaquín García-Bárcenas, presidente nacional del Consejo de Paleontólogos del INAH, explicaron que algunos fósiles son únicos en el planeta, y hay piezas que corresponden a especies que habitaron la Tierra hace más de 350 millones de años.
Una vez que concluyó el estudio y clasificación de los vestigios, se realizará una muestra itinerante por museos del estado y del país, para que la población conozca más sobre las formas de vida de la prehistoria.
Destacaron que ningún museo de México cuenta con más de 200 piezas y tan sólo esta colección es de casi 400, que serían suficientes para abrir dos muestras simultáneas.
La historia de este acervo que hoy pertenece a la nación se remonta a 2005, cuando un particular se acercó al Centro INAH Nuevo León para preguntar sobre la autenticidad de un fósil de más de 350 millones de antigüedad que había adquirido en un centro comercial.
Al realizar los estudios correspondientes, los expertos confirmaron que se trataba de fósiles auténticos y denunciaron el comercio ilegal ante la Procuraduría General de la República.
El 21 de marzo de 2006 elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) realizaron un cateo en el negocio Mundo Prehistórico, que se localizaba por avenida Humberto Lobo, en el municipio de San Pedro, donde se comercializaban las especies fosilizadas, en violación a la ley que tipifica como ilegal la posesión, exhibición y venta de piezas paleontológicas y arqueológicas.
Después del aseguramiento, profesionales del INAH realizaron estudios para autentificar y clasificar las piezas.
El lote abarca 37 piezas de trilobites, artrópodos que vivieron hace más de 350 millones de años; 119 cefalópodos (amonítidos, moluscos marinos de entre 60 y cien millones de años de antigüedad); 161 gasterópodos, pelecípodos y cuatro placas de belemnites, así como 31 peces completos y fragmentados, algunos considerados especies únicas.
Además se cuenta con 14 dientes de tiburón conocido como megalodón (que alcanzaba más de 20 metros de longitud), seis dientes de caballos y uno más de camello. Hay también nueve fragmentos óseos de dinosaurios, un molar de mamut, ocho piezas de ámbar con insectos y tres rosas del desierto (formaciones minerales).
Felisa Aguilar Arellano, paleontóloga del INAH que participó en la clasificación de los materiales, explicó que los restos de dinosaurio podrían provenir de Coahuila o Chihuahua; las placas con peces, tal vez de Nuevo León; los dientes de tiburón, de Baja California, y los restos de mamíferos, del noreste de México.
Algunas piezas fueron “trabajadas” con resinas por quienes las comercializaron ilegalmente, para darles brillo como si se tratara de esculturas, lo que afectó las muestras para futuros estudios, pues hizo imposible datarlas, porque están contaminadas y alteradas.
Esta incautación es más importante en materia paleontológica que se realiza en el país, dijo Héctor Jaime Treviño, quien precisó que tener este tipo de piezas como colección privada no es delito, sino cuando no se registran ante el INAH.