■ En algunos casos se han deteriorado los recursos marinos, afirma
Cuestiona Sarukhán el uso que se ha hecho de los subsidios a pescadores
Algunas de las subvenciones que el gobierno federal otorga para apoyar actividades pesqueras en el país “no se han utilizado adecuadamente. Han sido subsidios perversos porque, o se usan para otros fines, o se han empleado para deteriorar los recursos que deberían manejarse de mejor manera”, consideró el coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), José Sarukhán.
Esta situación, señaló en entrevista, se vive en el país en parte porque a veces no ha habido información y el cuidado necesario en el manejo y empleo de los recursos públicos. “Me parece que ha sido un error tener un subsidio al diesel marino”, sostuvo.
Sobre los presuntos beneficios que obtendría el sector pesquero del país si se retiraran los apoyos, indicó que es una medida que “no se puede hacer de golpe de forma sensata y planeada, de manera que la gente pueda realmente utilizar estas ayudas”.
Por ello, aclaró que no ve mal la aplicación de subsidios para la conservación de recursos naturales, como ocurre en muchas naciones. “Lo que hay que evitar es que se perviertan, se usen mal y acabe uno no solamente no conservando lo que uno quería, sino dañando esos recursos de una manera muy pervertida”.
Luego de ofrecer una conferencia magistral en la Fundación Miguel Alemán, el ex rector de la UNAM comentó que espera que “esta situación crítica del mar ayude a que el país vea con ojos mucho más cuidadosos, integradores, este problema, y empecemos a tener una ruta de conducción mucho más inteligente de la que ha habido por décadas”.
Advirtió que la explotación nacional a la fauna marina y el problema que se vive de cambios climáticos y calentamiento global, entre otros factores, han propiciado que la mayor parte de las especies hayan sido sobreutilizadas o estén ya en crisis, por lo que, en su consideración, el mar no ofrecerá por muchos años más recursos sustentables para el país.
“No nos dan más allá de unas cuantas décadas para tomar acciones cada vez más severas y que hasta ahora no hemos podido tomar, cuando los problemas todavía no son tan serios como van a ser dentro de 20 o 30 años”, refirió.