■ En seminario sobre las familias, exigen al Estado considerar los cambios de las personas
Laicismo, “elemento fundamental” para garantizar la convivencia: ministro Cossío
■ Se malinterpretaron declaraciones de Calderón sobre violencia y familia, afirma el Conapred
La titular del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Perla Patricia Bustamante Corona, consideró que no fueron bien interpretadas las declaraciones del presidente Felipe Calderón respecto a que la desintegración familiar es un factor causante de delincuencia.
Lo que el Ejecutivo federal quiso expresar fue su preocupación por la violencia que vive el país y la necesidad de fortalecer la familia frente a las amenazas del crimen organizado, dijo.
“El discurso iba más por el lado de que la familia tiene que fortalecerse, independientemente de la conformación de su núcleo, porque todos podemos estar expuestos a cualquier tipo de negocio como un camino fácil para salir de esta crisis”, expresó en el contexto del seminario Familias en el siglo XXI: realidades diversas y políticas públicas, realizado en El Colegio de México.
Por su parte, José Ramón Cossío, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), llamó a la sociedad a ser más crítica y participativa en las decisiones del máximo tribunal y defendió el laicismo como “elemento fundamental” para garantizar la convivencia entre personas de diferentes religiones o ideologías.
“La importancia histórica del laicismo permite la convivencia social y limita las tentaciones de generar pensamientos unitarios o visiones únicas respecto a las maneras en que deben conducirse los asuntos públicos y privados”, explicó.
En la clausura, el comité científico del seminario, conformado por académicos, miembros de la sociedad civil y representantes de organismos públicos nacionales e internacionales, emitió una declaratoria en la cual sostiene que las familias, lejos de tener una existencia natural, son producto de la evolución histórica y cultural de las sociedades, y exigieron al Estado tener en cuenta las emergentes transformaciones de las personas y de las familias a la hora de diseñar las políticas públicas.
“Deben partir de diagnósticos actualizados que recojan los hallazgos científicos más recientes sobre la diversidad y complejidad en que se van construyendo los vínculos familiares, y reconocer las nuevas problemáticas que los afectan”, se plasmó en el documento, el cual será entregado a autoridades y legisladores federales y locales con el fin de promover políticas públicas que contemplen y respeten la pluralidad de modelos familiares que hoy existen en el país.
Este seminario, realizado el 19 y el 20 en el Colmex, analizó la situación y los cambios que se viven en los hogares –dentro de un contexto crítico–, tras el debate que generó el sexto Encuentro Mundial de las Familias.
Entre las ponentes participó la diputada federal Angélica de la Peña Gómez, quien señaló que el gobierno federal padece una situación de “esquizofrenia”, porque por un lado promueve medidas como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y por otro emite declaraciones respecto a la unión familiar con las que pareciera que “quiere derogar el divorcio”.
Gerardo Sauri, presidente de la Red por los Derechos de la Infancia en México, dijo que la agenda de las garantías de los menores está “secuestrada” en la de la familia, y apeló a romper con la idea de que los niños y niñas son los hombres y mujeres del futuro, porque esto evita que sean vistos como seres activos y con derechos.